El Departamento de Seguridad Pública de Texas compró el acceso a un potente software capaz de localizar y seguir a personas a través de sus teléfonos, como parte de los esfuerzos de Greg Abbott, gobernador repúblicano que anteriormente declaró que la “oleada de individuos que cruzan ilegalmente la frontera entre Texas y México suponía una amenaza continua e inminente de desastre”, según informa The Intercept.
Después de esta declaración, el gobierno de Abbott abrió un gran flujo de dinero para pagar ostensiblemente a una variedad de empresas privadas que ayudaran a patrullar y bloquear la frontera del estado con México, en lo que se llamó la Operación Estrella Solitaria.
Una de las empresas privadas que se benefició de los desembolsos en efectivo fue Cobwebs Technologies. Este contratista de vigilancia israelí poco conocido ofrece como producto estrella a Tangles, una plataforma que ofrece una gran cantidad de herramientas para rastrear a las personas mientras navegan tanto por Internet como por el mundo real, analizando las publicaciones en redes sociales, la actividad de las aplicaciones, el reconocimiento facial y el rastreo telefónico.
En agosto de 2021, la división de Inteligencia y Contraterrorismo del Departamento de Seguridad Pública de Texas compró un año de acceso a Tangles por 198 mil dólares. El Estado ha renovado su suscripción a Tangles dos veces desde entonces.
Esta revelación llega en un punto crucial, ya que recientemente se dio a conocer la denuncia de un informante del Departamento de Seguridad Pública sobre los maltratos hacia personas migrantes por parte de las fuerzas del orden, además de una demanda del Departamento de Justicia por el despliegue de alambre de púas en el Río Grande. Los documentos revisados por The Intercept sobre Cobwebs parecen indicar que estas acciones también se han extendido al ámbito electrónico.
Al igual que otras empresas que cuentan con herramientas de rastreo, Cobwebs permite a sus clientes rastrear los movimientos de particulares sin una orden judicial, ya que utilizan la compra masiva de datos de localización extraídos de teléfonos inteligentes ─a menudo a través de aplicaciones móviles sin escrúpulos o de anunciantes en dichas aplicaciones─ Esta forma no regulada y cada vez más generalizada de rastreo de localización también fue usada por el gobierno de Donald Trump para aplicar sus políticas sobre migración y deportación.
También se tiene registro de la compra de un acceso “ilimitado” a Clearview AI, una controvertida plataforma de reconocimiento facial que compara personas con decenas de miles de millones de fotos extraídas de Internet y que actualmente enfrenta multas millonarias en Grecia y Reino Unido por violaciones al Reglamento General de Protección de Datos.
Este es un nuevo ejemplo del despliegue de tecnologías de vigilancia en contra de personas migrantes, que ha implicado el uso de sistemas y equipos que fueron desarrollados para contextos bélicos o de persecución de delitos, según denunció Santiago Narváez, investigador de R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales, en el informe Uso de las tecnologías digitales en los contextos migratorios.
Imagen: (CC-BY) Gibrán Aquino