Más de 50 organizaciones que defienden el derecho al aborto y a la privacidad han lanzado la campaña “Hagan los Mensajes Directos Seguros” (Make DMs Safe) a través de la que exigen a las compañías de tecnología implementar por defecto la tecnología de cifrado extremo a extremo antes de que acabe el año 2022, informó Washington Post.
La campaña nace de las preocupaciones en torno al fin del precedente Roe v. Wade que protegía el aborto y la posibilidad de que los mensajes instantáneos de distintos servicios puedan ser utilizados para criminalizar a quienes aborten y a quienes les ayuden. Estos temores también han llevado a que clínicas para facilitar el aborto optaran por utilizar comunicaciones cifradas o incluso análogas.
Esta preocupación se convirtió recientemente en realidad, cuando Meta, la empresa matriz de Facebook, entregó a la policía de Nebraska información privada como evidencia para una investigación contra Jessica Burgess, de 41 años, y a su hija Celeste, acusadas de haber llevado a cabo un aborto ilegal.
El caso confirma los temores de clínicas que ofrecen sus servicios para facilitar el aborto, que a finales de junio comenzaron a utilizar comunicaciones cifradas, a las que no pueden acceder las autoridades, a diferencia de Facebook Messenger, que no integra esta función por predeterminado.
La coalición urgió a las grandes empresas de Silicon Valley a mejorar la protección a la privacidad de las personas consumidoras, pero argumentan que la revocación del precedente judicial ha puesto en riesgo a millones de personas, por lo que es necesario salvaguardar los mensajes privados y directos.
El cifrado extremo a extremo protege a las personas de la vigilancia policial y estatal, del acecho en línea y del robo de identidad; ya que habilita un espacio más seguro para que las personas puedan compartir información de forma confiable con amistades, familiares, personal médico, entre otros.
A pesar de que muchas personas pudieran creer que los mensajes que envían a través de distintas plataformas, no solamente redes sociales, están seguros a través de un cifrado por defecto, este muchas veces no es el caso.
Por ejemplo, los mensajes directos en las plataformas de Meta como Facebook e Instagram no están cifrados, tampoco en el caso de Twitter —red social que incluso enfrenta acusaciones de empleados revisando los mensajes—, Discord, los chats de Google y los canales de Slack. Aunque algunas de las compañías estén planeando implementar esta tecnología, pocas se han comprometido a hacerlo rápidamente o han hecho públicas sus intenciones.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino
