El Departamento de Seguridad Pública de Texas solicitó a la Fiscalía General del estado que prevenga la publicación de grabaciones de las cámaras corporales de policías que acudieron durante la masacre en la Escuela Primaria Robb de Uvalde, Texas, ya que podrían utilizarse para mostrar “debilidades” de la actuación de las autoridades durante la emergencia, informó el medio Motherboard.
La investigación del medio muestra que las instituciones de seguridad que intervinieron durante la emergencia están buscando reservar la información de las grabaciones que produjeron los dispositivos de los agentes involucrados, quienes enfrentan duros cuestionamientos en la actualidad, en su mayoría bajo el argumento de que se trata información de una “investigación activa”, por lo que no deberían entregarla.
Estas instituciones son: la policía de Uvalde, el Distrito Escolar de Uvalde, el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) y su Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Seguridad Pública de Texas. CBP negó inmediatamente la solicitud de Motherboard, citando la “investigación activa”, mientras que las policías de Uvalde y el Distrito Escolar no respondieron aún a la solicitud.
En tanto, el Departamento de Seguridad Pública de Texas reconoció que dichas grabaciones y registros existen; sin embargo, solicitó a la Fiscal General del estado que no revele los videos, ya que “creemos que los registros pueden estar exentos de cualquier petición de información pública en este momento”. En la solicitud a la Fiscalía, el Departamento explica que de publicarse estas grabaciones ayudaría a otras personas a llevar a cabo masacres y por lo tanto deben mantenerse privadas.
Al citar la investigación activa, las policías tienen una ruta fácil para evitar que estos registros se puedan hacer públicos, porque muchas leyes y registros públicos generalmente tienen una excepción que previene que información utilizada en una investigación en curso sean publicados. La situación alrededor de la masacre en Uvalde se suma a la evidencia de que las cámaras corporales no son una garantía para la responsabilidad y rendición de cuentas de los cuerpos policiales.
En muchas ocasiones, los mismos departamentos de policía permiten a las y los integrantes de los cuerpos policiales decidir cuándo apagar o prender las cámaras y presentan muchas trabas para el acceso de estas grabaciones. En 2019, el Departamento de Policía de Nueva York, se negó a liberar las grabaciones solicitadas por la Comisión de Revisión de Quejas Civiles en 40 por ciento de las ocasiones. No obstante, cuando las grabaciones eran favorables para la policía, estas eran liberadas o filtradas en cuestión de horas.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino
