La organización Gay & Lesbian Alliance Against Defamation (GLAAD) denunció que Twitter modificó silenciosamente su política de conducta de incitación al odio con la eliminación de protecciones a personas trans que usan su plataforma.
En la sección que prohíbe dirigirse a otras personas usuarias con “insultos repetidos, tropos u otro contenido que intente degradar o reforzar estereotipos negativos o dañinos sobre una categoría protegida”, la compañía eliminó la última línea que incluye el uso de “malgenerización o el nombre anterior de personas transgénero”, informó el medio de comunicación The Verge.
Estas protecciones habían sido incluidas en 2018 y fueron removidas el pasado 8 de abril, un día después de que la plataforma anunciara que realizó modificaciones a su política para clarificar cómo define el “acoso dirigido”.
La decisión de Twitter de revertir su antigua política “es el ejemplo más reciente de lo insegura que es la empresa tanto para las personas usuarias como para anunciantes”, dijo la presidenta y directora ejecutiva de GLAAD, Sarah Kate Ellis.
Asimismo, estas modificaciones alejan aún más a esta red social de otras como TikTok, Pinterest y Meta, que cuentan con políticas similares para proteger a personas usuarias transgénero en un contexto donde “la retórica transfóbica en línea conduce a la discriminación y la violencia en el mundo real”, agregó Ellis.
Las compañías de redes sociales digitales comprometidas con el mantenimiento de ambientes seguros para la comunidad LGBTQ deberían trabajar en mejorar las políticas de incitación al odio, no en la eliminación de protecciones de larga data, finalizó Ellis.
Las recientes modificaciones se realizan en el contexto de una serie de acciones contrarias a la protección de los derechos humanos en el entorno digital, impulsadas por la nueva administración de Elon Musk, como la eliminación de su Consejo de Confianza y Seguridad y el despido de casi la mitad de las personas trabajadoras, incluido el equipo de derechos humanos de la red social y la gran mayoría del equipo de ética e inteligencia artificial.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino
