El Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Volker Türk, urgió en una carta abierta a Elon Musk, ahora dueño y presidente de Twitter, a garantizar que los derechos humanos sean centrales en la administración de esta red social.

La carta fue publicada después de informaciones sobre el completo despido del equipo de derechos humanos de la red social y la gran mayoría, excepto dos personas del equipo de ética e inteligencia artificial, lo que el Comisionado consideró como un inicio poco prometedor.

De acuerdo con Türk, el rol de Twitter en la “plaza pública digital” significa que la compañía debe entender y emprender acciones para enfrentar los daños asociados con su plataforma. Asimismo, con base en el común respeto por los derechos humanos se deben sentar las bases para el uso y evolución de Twitter.

“En concreto, le urjo a asegurar que los derechos humanos son centrales en el manejo de Twitter bajo su liderazgo”, aseguró el Alto Comisionado.

Türk presentó seis principios fundamentales que deberían estar en el centro de la plataforma y su administración: Proteger la libertad de expresión en el mundo; entender que la libertad de expresión no es un pase libre; no dejar espacio para el odio e incitación a la discriminación, hostilidad o violencia; transparencia es clave; proteger la privacidad y mantener una perspectiva global sobre el lenguaje y los análisis contextuales.

Estos seis principios piden a Musk que Twitter tenga una postura que proteja, por ejemplo, los derechos a la privacidad y libertad de expresión en su máxima extensión posible, incluso contra acciones de los gobiernos que sean contrarias; que combatan la desinformación y eviten amplificar contenido que sea dañino para los derechos de las personas; que sus políticas de moderación de contenidos sean rápidas y eficaces para remover el contenido que incite a la discriminación, hostilidad y violencia.

Además, continuar permitiendo que personas investigadoras tengan acceso a la información que genera la red social a través de sus API; proteger la privacidad de la recolección masiva de datos, el rastreo invasivo a las personas usuarias y de acciones injustificadas de los gobiernos que busquen acceder a la información de las y los usuarios; finalmente, tomar responsabilidad ante todas las personas usuarias que no hablen, ni produzcan contenidos en inglés.

Imagen (CC BY) Gibrán Aquino