El periodista belga Peter Verlinden y su esposa Marie Bamutese habrían sido objetivo de espionaje por parte del gobierno de Ruanda con el malware Pegasus, de acuerdo con el servicio de inteligencia militar de Bélgica ADIV y la organización Amnistía Internacional.
Verlinden es un periodista de la cadena pública VRT cuya cobertura se centra en África, mientras que Bamutese es originaria de Ruanda, naturalizada belga.
De acuerdo con la investigación de las autoridades del país, Verlinden y Bamutese fueron espiados entre septiembre y octubre de 2020, momento en el que el gobierno de Ruanda enfrentaba fuertes críticas por el arresto del activista Paul Rusesabagina, quien también fue objetivo de Pegasus, según publicó el Pegasus Project.
El diario israelí Haaretz informó que, en agosto pasado, la pareja recibió una llamada de ADIV para solicitarles sus teléfonos; tras una revisión, el servicio de inteligencia concluyó que habían sido infectados con el malware de NSO Group.
“Aunque la investigación todavía está en progreso, el servicio confirma que estos dos civiles fueron probablemente atacados con el sistema Pegasus. Debido a la temporalidad del ataque y los perfiles de las víctimas, concluímos que el ataque fue llevado a cabo por el gobierno de Ruanda”, se señala en el reporte obtenido por los medios belgas Knack and Le Soir.
Aunque no existe una confirmación oficial de que el gobierno de Ruanda sea cliente de NSO Group, WhatsApp contactó seis disidentes de este país que fueron objetivo del malware en 2019, en un ataque que afectó a cerca de mil 400 personas alrededor del mundo, señaló The Wire.
Adicionalmente, varios prominentes nombres de la diáspora del país también aparecieron en la filtración de nombres del Project Pegasus; sin embargo, el gobierno de Ruanda no ha reaccionado ni se ha pronunciado respecto a las revelaciones. Verlinder espera que el gobierno de Bélgica dé una señal de que el espionaje en su contra es “un paso muy lejos”, pero además declaró que presentará una demanda en contra de la compañía.
El espionaje contra el periodista es otra muestra de la falta de controles con la que opera la industria de spyware en el mundo, lo que ha provocado que organismos internacionales como la ONU se pronuncien por una moratoria contra su venta y transferencia.
Imagen editada de Pxfuel