¿Qué se juegan las minorías de EE.UU. en la batalla entre el FBI y Apple?

La expansión de los métodos de vigilancia en los Estados Unidos, la capacidad técnica de las agencias, así como la falta de regulación ante la posibilidad de recolectar masivamente datos de personas ponen a las minorías como un grupo especialmente vulnerable en el debate de las “puertas traseras”.

Un grupo que ya ha sido comprobado como víctimas de nuevos métodos de recolección de datos y vigilancia policial es el de los afroamericanos, cuyo activismo tras las protestas de Ferguson en 2014 ha ido en aumento.

En una editorial escrita para el diario inglés The Guardian, Malkia Cyril, fundadora del Centro para la Justicia en Medios, una organización dedicada a mejorar el acceso a la información y la representación en los medios de las minorías, explica lo que ésta comunidad se juega en la batalla entre el FBI y Apple.

“Como sus predecesores, el movimiento democrático por las vidas de los afroamericanos se ha encontrado con vigilancia estatal antidemocrática y violencia policial anti afroamericana.

“Nuevos métodos policiales ‘inteligentes’ están siendo usados por policías que, impulsados por una falsa retórica de la criminalidad afroamericana, experimentan con tecnologías de punta en detrimento de la participación democrática afroamericana”, escribe Cyril.

El cifrado comercial permite a éste y a otros grupos participar de forma activa en la política sin temer a alguna forma de represalia, o en otros casos, simplemente llevar una vida con seguridad de su privacidad, como algunas comunidades LGBT.

Durante las protestas del movimiento Black Lives Matter en 2015, se reportaron casos de apagones selectivos de señales de teléfonos móviles y el uso de Stingrays para interceptar llamadas telefónicas o para recolectar datos de los manifestantes, aunque pocos han sido confirmados.

Pero, dice Cyril, la posibilidad de tener conversaciones cifradas no es solamente un beneficio para los activistas, sino para toda la población, que necesita proteger su información en la era digital.

“El cifrado es necesario para que los derechos humanos y civiles, también de los afroamericanos, prosperen, pero no es suficiente. Mientras protege nuestro derecho democrático de organizarnos por un cambio, debemos pelear por un mundo en el que esos derechos no estén bajo una amenaza persistente.

“El caso entre Apple y el FBI es una prueba para la democracia. Éste determinará, para esta y la siguiente generación, quién tiene el derecho a comunicarse y por lo tanto el poder de definir la realidad”, concluye la activista.


Imagen original de GG aka nessuno di no-luogo.it: Proud to be different-4

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