Entre 2010 y 2012, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) suscribió ocho contratos con la empresa Security Tracking Devices para modernizar el Sistema de Inteligencia y el Centro de Comando y Control, por un monto superior a 5.6 mil millones de pesos de la época, equivalentes a 8 mil millones de pesos actuales.
Dentro de estos contratos, publicados por la revista Contralínea, la SEDENA adquirió el sistema Pegasus. En ese entonces, la firma israelí NSO Group tenía apenas un año de haber sido fundada y no contaba con clientes fuera de su país. Para NSO, la venta al gobierno de Felipe Calderón representó su carta de presentación para comercializar su malware a nivel internacional.
La operación entre NSO Group y la SEDENA se dio a través del empresario Jose Susumo Azano Matsura. A pesar de haber tenido incidentes previos con las autoridades de EE.UU., NSO Group confió en Azano Matsura ─y en su empresa, Security Tracking Devices─ como su intermediario ante el gobierno mexicano.
Según un correo electrónico ─presentado como evidencia en un juicio en Israel─ , Susumo Azano preparó una demostración de las capacidades de Pegasus para el Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, y para el presidente Felipe Calderón, la cual habría sucedido en mayo de 2011.
Susumo Azano no solo logró concretar la venta, como demuestran los contratos, sino que sacó un beneficio multimillonario de la operación. De acuerdo con una investigación de Daily Beast, el empresario únicamente entregó 15 millones de dólares a NSO Group, un estimado de 195 millones de pesos según la tasa de cambio de la época. Es decir, la SEDENA pagó a Security Tracking Devices hasta 30 veces más que el valor real del sistema de vigilancia.
Sumado a las irregularidades respecto al costo de la adquisición de Pegasus por parte de la SEDENA, debe considerarse que el Ejército no cuenta con facultades legales para realizar acciones de intervención de comunicaciones privadas, por lo que tanto la adquisición como el uso de esta herramienta eran presumiblemente ilegales. A pesar de ello, la compra y operación irregular de Pegasus pareció contar con la aprobación del presidente Felipe Calderón, ya que la contratación del sistema ocurrió poco tiempo después de la demostración recibida.
De igual manera, persisten las interrogantes acerca de si en la actualidad la SEDENA continúa realizando intervenciones ilegales de comunicaciones. En la conferencia de prensa matutina del pasado 3 de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que si bien la SEDENA no tiene contratos ni utiliza Pegasus, reconoció que “sí hay un servicio que tiene la Secretaría de la Defensa (…) para llevar a cabo labores de inteligencia” y se comprometió a informar sobre ello.
Hasta la fecha, no se ha proporcionado información sobre las capacidades de inteligencia vigentes de la SEDENA ni se han transparentado los contratos de Pegasus suscritos por la dependencia durante el sexenio de Felipe Calderón. A pesar de los compromisos asumidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador, los contratos no han sido publicados aún en el micrositio de Transparencia Pegasus de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del gobierno federal.
Así mismo, a más de dos semanas del lanzamiento del dicho portal, el Centro Nacional de Inteligencia continúa sin entregar los contratos de adquisición de licencias de Pegasus por parte del entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
Desde R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales reiteramos el llamado a implementar los compromisos asumidos por el Gobierno Federal, en aras de garantizar la verdad, justicia y no repetición de los hechos de espionaje, los cuales continúan sin ser esclarecidos y permanecen en la impunidad.