El gobierno de Canadá aprobó una ley para proteger a los periodistas y a sus fuentes confidenciales, como los whistleblowers, de la vigilancia policial y órdenes de cateo: la Ley S-231, “Ley de Protección a Fuentes Periodísticas”.
La ley otorga a los periodistas el derecho a rechazar la apertura de información o documentos que pudieran identificar una fuente que ha pedido anonimato.
Además, bajo la nueva ley, las agencias de seguridad solo obtendrán una orden judicial u “orden de producción” para materiales de fuentes periodísticas si se determina que la investigación es más importante que el interés público en proteger la identidad de la fuente, informó Vice News.
De acuerdo con el medio, la propuesta de ley fue presentada originalmente en 2016, después de que se descubriera que la policía de Quebec y Montreal espió a periodistas para encontrar cuáles eran las fuentes de filtraciones que habían avergonzado a la corporación.
La ley asegura que solo un juez de una corte superior está facultado para emitir una orden de cateo contra periodistas y, por lo tanto, otras autoridades civiles, conocidas en Canadá como “justicia de paz”, que colaboran de cerca con la policía, no podrán intervenir en estos procesos.
“Al adoptar esta ley el parlamento estará tomando una fuerte posición a favor de los derechos de los medios y llevará a Canadá más cerca de cumplir con los estándares internacionales para la protección de fuentes”, explicó Duncan Pike, coordinador de abogacía para la organización Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresión.