Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), reiteró su propuesta de que el país adopte las tecnologías del voto electrónico como una forma de abaratar los costos de las elecciones, durante su participación en el primer foro sobre la reforma electoral organizado por Morena, informó Milenio.
El consejero señaló que los altos costos de los procesos electorales son resultado de la desconfianza de la ciudadanía, y criticó el uso de boletas impresas en papel de seguridad y las exigencias de capacitación de personas funcionarias de casilla como gastos innecesarios que podrían ahorrarse al implementar el voto electrónico. Sin embargo, fue él mismo quien, en abril de 2021, reconoció que la impresión de este tipo de papeletas era un “eslabón fundamental de la cadena de confianza de los comicios”.
Al igual que en su comparecencia ante el Congreso en noviembre de 2021, Lorenzo Córdova emitió afirmaciones falsas acerca de la confiabilidad del sistema y ocultó la existencia de críticas de la sociedad civil al mismo. Del mismo modo, ofreció a las y los senadores traer a México “todos los casos de urna electrónica en el mundo”, cuando sistemáticamente ha ignorado los problemas de estos sistemas y su rechazo en países como Alemania o Estados Unidos.
Todas las experiencias internacionales en las que los sistemas de voto electrónico y por Internet pudieron ser auditados de manera abierta e independiente mostraron que los sistemas eran vulnerables y abrían la posibilidad de que los resultados fueran manipulados. En algunos casos, como en Argentina, las personas que condujeron investigaciones acerca de estos fallos incluso fueron criminalizadas.
Especialistas nacionales e internacionales consideran que el voto electrónico puede incrementar la desconfianza en el proceso electoral, debido a que se rompe la cadena de confianza establecida a través del voto en papel, ya que en caso de haber dudas sobre los resultados de la votación, no se puede regresar a la evidencia física del voto y revisarlo.
Además, el Instituto Nacional Electoral ha promovido la opacidad en torno al sistema de voto electrónico en México, ya que ha hecho imposible una auditoría independiente de sus hallazgos de seguridad al reservar dicha información por cinco años por motivos de seguridad nacional.
Vladimir Chorny, autor del libro El voto por Internet en México: La libertad y secrecía del voto condicionadas, ha advertido que los sistemas de voto electrónico no son infalibles ni invulnerables, ya que pueden ser alterados para modificar la intención de voto y, al ser una caja negra, es casi imposible percatarse de un fraude electoral.
“El consejero presidente defiende una contradicción. Culpa a las personas de la desconfianza en las elecciones argumentando que los procesos electorales actuales funcionan bien (cosa que es verdad), pero por el otro lado, propone incorporar un sistema que no es confiable ni transparente, que es inseguro y que, además, exige quitar los elementos de la cadena de confianza que hoy hacen posible que las elecciones funcionen en primer lugar, bajo el argumento de la necesidad de abaratar costos electorales”, señala Chorny, investigador de R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales.
“Córdova responsabiliza a la ciudadanía por un problema sistémico de origen institucional del que él es parte, mientras brinda información parcial y sesgada a las y los senadores. La forma en la que él pretende generar confianza en el voto electrónico no solo es engañosa sino que también pone en riesgo las elecciones que están por venir”, concluye el académico.
Imagen: (CC BY) Gibrán Aquino
