La edición 2017 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara presentó el panel “#MéxicoEspía: La inteligencia del Estado al servicio del espionaje”. La conferencia contó con la participación de Luis Fernando García, director general de R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales; Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh); Salvador Camarena, Director General de Investigación Periodística en Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), y la periodista Carmen Aristegui, directora del portal Aristegui Noticias.
El panel, convocado por el académico Guillermo Orozco, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, inició con la intervención de Luis Fernando García, quien recordó a los asistentes los acontecimientos en torno al caso #GobiernoEspía.
En su participación, García indicó que las autoridades comenzaron a ejercer mayores acciones de vigilancia sin control a raíz de la aprobación de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), y comparó la ambigüedad de dicha ley con la que hoy se presenta en la Ley de Seguridad Interior.
Por su parte, Salvador Camarena señaló que los protagonistas del caso #GobiernoEspía no son las víctimas de intentos de espionaje, sino “un Estado que acosa y permite que acosen a sus ciudadanos”. Al respecto, el periodista destacó que los ataques en contra de los periodistas buscan aislarlos de la sociedad. “Lo que ellos quieren es que ustedes [la ciudadanía] no hablen con nosotros [los periodistas]; eso es lo que hay detrás de cada SMS que recibimos”, enfatizó.
Asimismo, Mario Patrón remarcó que el espionaje en contra de él y otros integrantes del Centro Prodh coincidió con momentos climáticos de agendas incómodas para el gobierno federal. También reconoció que la idea de denunciar los ataques ante la Procuraduría General de la República era “documentar la falta de capacidad o de voluntad del Estado para atender el problema” y subrayó que el gobierno es incapaz de investigarse a sí mismo.
Respecto a la Ley de Seguridad Interior, aprobada por la Cámara de Diputados el jueves 30 de noviembre, Patrón la calificó como “un cheque en blanco para el espionaje”, ya que la ley faculta a las fuerzas armadas a valerse de cualquier mecanismo para la recolección de información sin someterse a controles de rendición de cuentas. “Es una ley regresiva que debilita nuestra estructura de derechos”, finalizó.
Para Carmen Aristegui, la Ley de Seguridad Interior evidencia que el presidente Enrique Peña Nieto “cierra su sexenio con una institucionalización de una estrategia fallida, contraproducente, que ha generado una crisis humanitaria, profunda, de violaciones a derechos humanos, de decenas de miles de muertos”.
Aristegui también confesó que, en su momento, no dimensionó el tamaño de los intentos de espionaje en contra de ella y su hijo, y que “no debemos permitirnos la naturalización, la resignación de que estamos siendo espiados”. Para la periodista, el caso #GobiernoEspía es otro eslabón en la cadena de este sexenio, que incluye otras violaciones a derechos humanos como Tlatlaya, Apatzingán o Ayotzinapa.
Finalmente, Luis Fernando García resaltó que el Estado está empleando una ventaja tecnológica y económica como una herramienta antidemocrática, algo que ahora está siendo legalizado a través de la Ley de Seguridad Interior. “No espiaron al Chapo con Pegasus; espiaron a los periodistas que expusieron las violaciones de derechos humanos y la corrupción del gobierno”, remarcó.