Por “impedir físicamente el trabajo de otros empleados de Google”, la empresa decidió despedir a 28 trabajadores que protestaron en sus oficinas en contra de Project Nimbus, un contrato de 1.2 mil millones de dólares para proveer servicios de cómputo en la nube al gobierno de Israel, informó NPR.
El grupo No Tech for Apartheid, formado por los propios empleados de la compañía, ha tratado de convencer a Google desde 2021 de abandonar sus contratos con el gobierno israelí. Sin embargo, el 18 de abril de 2024 decidieron organizar una protesta pacífica en las instalaciones de Google en Seattle, Nueva York y Silicon Valley, a la que asistieron más de 100 trabajadores.
La reacción de Google fue llamar a la policía, que arrestó a nueve de los participantes esa misma noche en Nueva York y California. Al día siguiente, 28 personas que formaban parte de No Tech for Apartheid fueron despedidas, incluyendo a quienes no participaron físicamente en las protestas, pero que fueron asociadas al grupo mediante vigilancia en la oficina.
Google acusó a los manifestantes de acoso y hostigamiento, así como de haber violado sus políticas internas al vandalizar propiedad privada e impedir el acceso a otros trabajadores. Los trabajadores se han defendido al señalar que su protesta fue pacífica, sin daños ni amenazas a otros empleados. “Si alguien ha sido acosado y hostigado por la compañía, son nuestros colegas palestinos, árabes y musulmanes”, señala No Tech for Apartheid en su comunicado.
La agrupación también denuncia que Google está mintiendo a la opinión pública acerca del alcance de Project Nimbus, ya que la empresa sostiene que no está relacionado con servicios de inteligencia o tareas militares. Sin embargo, un reportaje de la revista Time ha documentado que Google ha desarrollado herramientas a la medida para el Ministerio de Defensa de Israel y ha aumentado sus contratos con las fuerzas de ocupación israelíes desde el inicio del genocidio en Gaza.
El rol de las plataformas de tecnología en los ataques en contra de Palestina continúa bajo escrutinio. Empresas como Meta, por ejemplo, se han rehusado a proporcionar información detallada sobre sus acciones de moderación de contenidos relacionadas al conflicto, mientras que organizaciones de la sociedad civil señalan que las voces palestinas estás siendo silenciadas en línea.
Imagen: (CC-BY) Gibrán Aquino