Una investigación forense hecha en conjunto por Access Now, el Citizen Lab de la Universidad de Toronto y organizaciones locales, ha descubierto que al menos 35 personas en Jordania han sido objeto del programa espía Pegasus, de la empresa israelí NSO Group.
En medio de un ambiente de represión y restricción al espacio cívico y la libertad de expresión, la investigación revela un uso generalizado del spyware para espiar y vigilar ilegalmente a periodistas, activistas políticos, agentes de la sociedad civil y abogados de derechos humanos en el país asiático.
La investigación de Access Now y Citizen Lab encontró rastros del programa espía Pegasus en los dispositivos móviles de 30 activistas, periodistas, abogados y miembros de la sociedad civil, mientras que otros trabajos de Human Rights Watch (HRW), el Laboratorio de Seguridad de Amnistía Internacional y el Proyecto de Información sobre Delincuencia Organizada y Corrupción identificaron a otras cinco víctimas más, con lo que el número total de objetivos de Pegasus en Jordania, descubiertos hasta ahora, asciende a 35 personas.
“Creemos que esto es sólo la punta del iceberg en lo que se refiere al uso del programa espía Pegasus en Jordania, y que el número real de víctimas es probablemente mucho mayor”, afirma Access Now.
El primer caso confirmado públicamente del uso de Pegasus en Jordania se produjo en marzo de 2021, con el ataque a la abogada jordana de derechos humanos Hala Ahed, revelado en enero de 2022 por Access Now y Front Line Defenders.
En abril de 2022, Citizen Lab y Front Line Defenders descubrieron que otras cuatro personas defensoras de derechos humanos y periodistas también habían sido atacados con Pegasus, entre ellos Malik Abu Orabi, Ahmed Neimat y otras dos mujeres periodistas. Algunas víctimas fueron infectadas varias veces, lo que demuestra la naturaleza implacable de esta campaña de vigilancia selectiva.
Entre las víctimas de este ataque con el software espía Pegasus se encuentran cuatro miembros de organizaciones de la sociedad civil como Human Rights Watch y Manal Kasht; ocho personas abogadas defensoras de derechos humanos y cinco activistas en el tema; 16 personas periodistas y colaboradores de medios en la región, además de un personaje político y una persona que labora en informática.
Entre los temas en los que trabajaban las víctimas de este ataque se encuentran la defensa de la libertad de expresión, empoderamiento y mayor participación de mujeres en la política y derechos laborales de los trabajadores.
Recordemos que en México existen muchos casos, aún impunes, de vigilancia ilegal con Pegasus a periodistas y personas defensoras de derechos humanos como documentamos en nuestra última entrega de la investigación Ejército Espía.