John Scott-Railton, investigador senior de Citizen Lab de la Universidad de Toronto, recriminó que el gobierno mexicano esté omitiendo que las recientes víctimas de ataques con Pegasus ─el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos, el periodista Ricardo Raphael y un periodista de Animal Político─ eran sujetos de interés para las Fuerzas Armadas.
La respuesta de Scott-Railton se da después de que el gobierno federal ha tratado de desestimar la investigación Ejército Espía al decir que el análisis forense de Citizen Lab no encontró elementos técnicos para demostrar que la SEDENA está detrás de los ataques.
La evidencia presentada por las organizaciones señala que la SEDENA contrató en abril de 2019 un “servicio de monitoreo remoto de información” con Comercializadora Antsua S.A. de C.V., empresa que al momento de celebrarse el contrato, contaba con la representación exclusiva para ofrecer los productos de NSO Group.
Asimismo, la SEDENA ocultó y mintió sobre la existencia del contrato con Comercializadora Antsua ante solicitudes de acceso a la información, ante la Fiscalía General de la República y ante la Auditoría Superior de la Federación.
En su respuesta, Scott-Railton también pidió al Gobierno de México revelar toda la información sobre la contratación que la misma SEDENA llevó a cabo con Comercializadora Antsua.
En la conferencia matutina del 5 de octubre, el Presidente López Obrador instruyó a la SEDENA a abrir toda la información relacionada con el contrato, sin embargo, en la práctica, el gobierno federal ha dedicado sus recursos a tergiversar la información e incluso a revictimizar a las personas atacadas con el malware.
La investigación Ejército Espía reveló que dos periodistas, uno de Animal Político y Ricardo Raphael, además de un defensor de derechos humanos en Tamaulipas, Raymundo Ramos, fueron espiados con el malware Pegasus entre 2019 y 2021, mientras realizaban actividades relacionadas y de interés para las Fuerzas Armadas.
Ramos, quien lleva años documentando casos de violaciones graves a los derechos humanos por el Ejército y la Marina, fue espiado en agosto y septiembre de 2020 cuando comentó públicamente, a través de medios de comunicación, sobre el contenido de un video que mostraba ejecuciones extrajudiciales de civiles por elementos del ejército mexicano.
En el caso de Raphael, las infecciones ocurrieron entre octubre y noviembre de 2019, y nuevamente en diciembre de 2020. El periodista, cuyo trabajo ha girado en torno a las Fuerzas Armadas durante años, se encontraba en una gira para presentar su libro “Hijo de la guerra” en la que relata el origen militar de los Zetas a partir de una entrevista con uno de sus fundadores. La última infección registrada se vincularía a la publicación de un reportaje sobre la posible liberación de José Luis Abarca, expresidente municipal de Iguala.
Finalmente, la persona periodista del medio Animal Político fue espiada en 2021, el mismo día que se publicó en el medio una nota sobre las violaciones a derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas; en esos días la persona periodista se había reunido con fuentes vinculadas a esta investigación. La infección a este dispositivo también puso en riesgo a toda la redacción, ya que la persona periodista se encontraba en al menos 25 chats de la organización, con fuentes y colegas.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino