Seis años después de la revelación de los Panama Papers, la persona responsable de la filtración concedió su primera entrevista al diario alemán Der Spiegel, donde aseguró que no ha revelado su identidad debido al continuo riesgo que enfrenta su vida y no cree que en algún momento pueda hacerlo.
En 2016, la persona alertadora filtró más de 2.6 terabytes de información secreta sobre la firma legal panameña Mossack Fonseca, una de las más importantes proveedoras de servicios a empresas offshore en el mundo. La filtración permitió conocer cómo líderes políticos, empresariales, internacionales, deportistas, actores, actrices e incluso jefes de Estado evadieron miles de millones de dólares en impuestos.
La persona alertadora considera que el anonimato le ha permitido mantener un cierto nivel de seguridad, aunque criticó que las autoridades alemanas ─a quienes proporcionó una gran cantidad de información sobre Mossack Fonseca─ solo le ofrecieron un pequeño grado de protección. “Si el gobierno alemán hubiera apreciado realmente la importancia de los Papeles de Panamá, estoy confiado en que esto habría sido manejado muy diferentemente”.
Sobre los riesgos que enfrentan quienes alertan, señaló que es posible que nunca dé a conocer su identidad real, debido a que las redes criminales transnacionales que se dieron a conocer con la filtración difícilmente desaparecerán en 50 años. El alertador también aseguró que vive con el riesgo de que el gobierno ruso busque venganza, debido a las profundas conexiones de la oligarquía rusa reveladas en la filtración.
A pesar de los peligros, el entrevistado aseguró estar sorprendido con el resultado de la revelación, especialmente por las reformas que han salido a partir de los Papeles de Panamá. Sin embargo, también considera que revelar la información de una sola firma no es suficiente para resolver la corrupción global, sino que “la clase política debe actuar”.
El alertador mencionó que se considera afortunado, ya que su identidad aún se mantiene en el anonimato: “mi ejemplo muestra que es posible, aunque quizá inusual, hacer una gran diferencia y aún mantener una buena vida”. “Decir la verdad sobre temas sensibles nunca es fácil”, pero si pudiera retroceder en el tiempo, lo haría de nuevo “en un santiamén”, confiesa.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino