Un conjunto de organizaciones civiles, que trabajan en el mejoramiento de la conectividad y acceso a Internet en comunidades indígenas del país, presentó un conjunto de recomendaciones para alcanzar una cobertura plena de servicios de telecomunicaciones en sectores desatendidos de la población mexicana.
Las propuestas, realizadas por Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias A.C., Redes por la Diversidad, Equidad y Sustentabilidad A.C. y Rhizomatica Comunicaciones, se basan en la experiencia de las organizaciones para crear y operar redes de comunicación en los pueblos y comunidades indígenas, de acuerdo con El Economista.
En el documento, señalan algunas de las causas más importantes que han impedido la existencia de redes de comunicación en estas regiones del país y que han limitado su expansión, además de compartir qué alternativas han funcionado, desde su experiencia, y poner en la mesa nueve puntos para una política de telecomunicaciones que busque tener cobertura plena en este nuevo sexenio de gobierno.
“El inicio de un nuevo gobierno significa una oportunidad de generar nuevas políticas para el desarrollo de las comunicaciones que, aprovechando los avances alcanzados, genere un nuevo ambiente que facilite el desarrollo de las comunicaciones en zonas hasta ahora olvidadas”, expresan las organizaciones.
Las propuestas buscan aportar elementos para el desarrollo de nuevas políticas públicas que busquen atender, desde una mirada local, al 40% de la población que todavía no cuentan con acceso a Internet, especialmente en zonas rurales.
Los nueve ejes son: 1) información estadística clara; 2) sistema ágil y simple de licenciamiento; 3) posibilidad de participar en los programas gubernamentales de cobertura; 4) acceso al espectro; 5) acceso a fibra, interconexión y peering; 6) mejorar la gobernanza del espectro de uso libre; 7) acceso a recursos; 8) investigación y desarrollo; y 9) fomento a la creación de contenido local.
El documento “Telecomunicaciones comunitarias y autonomía tecnológica” se centra en la generación de entorno que permita la “primera milla”; es decir, un entorno que permita a las comunidades articular y crecer sus redes para lograr una plena cobertura en el territorio mexicano.