Parlamento Europeo vota en contra de un Internet abierto y libre

El Parlamento Europeo (PE) votó a favor de la reforma a la Directiva Europea de Derechos de Autor y aprobó una serie de medidas que representan un golpe severo al Internet abierto y libre que disfrutan millones de personas alrededor del mundo.

La Directiva contiene dos artículos especialmente problemáticos que privilegian os intereses comerciales de las grandes industrias de contenido y tecnología, quienes buscan monopolizar cómo nos comunicamos en Internet, a los pilares que han hecho de Internet lo que es hoy en día.

Como explica la representante del Partido Pirata en el PE, Julia Reda, el Artículos 13, referente a los “filtros de carga”, obliga a todas las plataformas, salvo las más pequeñas, a instalar sistemas automatizados para filtrar el contenido que suben los usuarios. Estos filtros son incentivados para identificar contenido de dominio público o perfectamente legal; por ejemplo, memes o parodias, como ilegal, como ocurre con el Content ID de YouTube.

Además, el Artículo 11, establece un “impuesto a los enlaces”, que permitiría solo reproducir gratuitamente palabras individuales de sitios de noticias, incluyendo hipervínculos, imponiendo derechos exclusivos para reproducir y hacer disponibles los trabajos que publican.

De acuerdo con Reda, este artículo se basa en una legislación alemana que tiene 5 años en vigor y que no ha dado ningún resultado para generar, como se prometió, mayores ingresos a editoriales y periodistas; en cambio, ha provocado el cierre de nuevas empresas en el sector de noticias y se encuentra en litigio en las cortes, debido a la falta de certeza sobre “dónde se encuentran sus límites”.

Aunque existe una posibilidad de que la propuesta aún sea rechazada, el PE debe entrar en negociaciones con el Consejo Europeo para su aprobación.

“Desafortunadamente, todas las preocupaciones de académicos, expertos y usuarios de Internet que obligaron a la propuesta a ser rechazada en julio pasado, aún se mantienen. A menos que los filtros sean explícitamente excluidos de las negociaciones, las protestas públicas solo incrementarán y la Directiva podría ser rechazada cuando llegue al voto final, previo a las elecciones europeas del próximo año”, concluye Reda.


Imagen original de Julia Reda

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