La mayoría de las personas no dejan la puerta de su casa sin llave, o su coche abierto, su bicicleta sin un candado, incluso su correo electrónico sin una contraseña, pero pocas personas consideran su computadora de forma similar a estos otros elementos.
Así como la puerta de una casa evita que alguien entre, la cámara de una computadora puede ser una entrada o una frontera para la privacidad de las personas que la usan. Por eso es importante considerarlo como un elemento vulnerable y a través del que se puede vulnerar nuestra seguridad y privacidad.
Durante mucho tiempo se creyó que para que cualquier cámara se activara, tendría que prender una luz led que las acompaña. Esta idea ha sido desechada y aunque activarlas implica un poco más de esfuerzo, no es imposible. Incluso, aunque la luz led se encienda, muchas veces los usuarios no están conscientes de que pudieran estar siendo grabadas o fotografiadas.
Un artículo publicado por la revista Slate cita diversos casos en los que esta forma de intrusión ha sido utilizada, incluyendo un intento de chantaje a Miss Teen USA Cassidy Wolf y a los administradores de una preparatoria en Pensilvania que usaron un programa de acceso remoto para tomar más de 30 mil imágenes de los estudiantes que utilizaban laptops entregadas por la institución.
Esta es una pequeña muestra de la cotidianidad de esta práctica, en la cual podrían participar desde organismos gubernamentales, piratas informáticos o personas con un poco de conocimiento de computación.
Pero existe un método certero que inhabilita cualquier intento de acceder a una cámara de computadora: tapar la cámara. Al taparla se puede prevenir cualquier intento de espionaje, puede hacerse con pedazo de papel, cinta adhesiva o una calcomanía, como las que nosotros en R3D regalamos en nuestras presentaciones.
Mientras no se incluya un obturador mecánico en la mayoría de las computadoras ésta es una simple medida que puede evitar a los usuarios una desagradable sorpresa.