Funcionarios del gobierno federal habrían aceptado sobornos para seleccionar a las empresas proveedores de televisores para la transición a la Televisión Digital Terrestre, aseguró una investigación de The Wall Street Journal.
De acuerdo con el diario, el gobierno dio contratos para la compra de televisiones a empresas que aceptaron sobornos de entre 12 y 18 dólares por unidad, y, en cambio, descartó a empresas internacionales de tecnología, como Samsung, por no aceptarlos.
Una de las empresas implicadas es Diamond Electronics, que la única que participó en todas las rondas de compra organizadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), además de abastecer 63 por ciento de todas las televisiones, cerca de 6.5 millones.
Diamond Electronic recibió además varios contratos sin que hubiera una licitación de por medio. El oficial mayor de la SCT, Rodrigo Ramírez, negó las acusaciones del diario estadounidense y aseguró que si se otorgaron contratos sin licitación fue por falta de tiempo.
Esta denuncia se suma a las irregularidades del proceso de entrega de las computadoras, incluyendo señalamientos que sobre la captura de datos biométricos de los acreedores a las televisiones.
La SCT capturó huellas dactilares, tomó fotografías, escaneó credenciales de electores y capturó datos de domicilios de 11 millones de beneficiarios. Este manejo de datos fue considerado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales como una transgresión a los “principios de licitud, finalidad, proporcionalidad, calidad, consentimiento y cuidado de los datos que recabó, administró y transmitió para entregar las televisiones digitales”, reportó Excelsior.
El gobierno federal y las dependencias involucradas en la entrega de los televisores deben aclarar cualquier irregularidad que se haya dado durante el proceso de adjudicación y, de encontrar algún delito, castigarlo.