El whistleblower autor de la filtración más grande de la historia, los Panama Papers, ofreció su total colaboración con la justicia para ayudar con las agencias de seguridad y procuración de justicia alrededor del mundo, pero bajo una condición: ofrecer a los delatores un marco legal de protección.
“John Doe”, sobrenombre que utilizó el whistleblower en una carta hecha pública por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung el viernes 6 de mayo, hace patente un reclamo que organizaciones por la libertad de expresión y los derechos civiles han hecho durante años.
“He visto, una y otra vez, que whistleblowers y activistas en los Estados Unidos y Europa han visto sus vidas destruidas por las circunstancias en que se encuentran tras haber arrojado luz en una mala acción”, explicó Doe.
El whistleblower cita los casos de Edward Snowden, Bradley Birkenfeld y Antoine Deltour, para ejemplificar cómo gente que ha denunciado actos ilegales de suma relevancia para el mundo terminan siendo castigados, en lugar de ser premiados.
Snowden está refugiado en Rusia por haber dado a conocer el espionaje masivo e ilegal que la Agencia de Seguridad de los Estados Unidos realizaba a millones de ciudadanos de su país y el mundo.
Birkenfeld se encuentra en la cárcel por dar a conocer un escándalo del banco suizo UBS y Deltour, quien reveló la forma en que Luxemburgo se convirtió en un paraíso fiscal y ayudó a corporaciones multinacionales a evadir millones de dólares en impuestos de otros países, ahora enfrenta un juicio.
¿Por qué quienes cumplen un deber civil y denuncian actos ilegales son los perseguidos?
El autor detrás de los Panama Papers aseguró en su manifiesto que sin la participación de whistleblowers, amparados por protecciones legales de los Estados, las agencias de seguridad tendrán que depender de sus propios recursos y de los medios para documentar estos delitos.
“Whistleblowers legítimos quienes exponen incuestionables malos actos, tanto dentro de las organizaciones como afuera, merecen inmunidad por la retribución a los gobiernos, sin lugar a dudas”, explica.
Días antes de la publicación de la carta se especuló si la fuente de los Panama Paper no sería una agencia de inteligencia occidental trabajando para desacreditar a Vladimir Putin a través del enriquecimiento de su círculo más cercano.
Pero Doe aseguró que no participa para ninguna agencia de inteligencia o gobierno, como empleado o contratista y “nunca lo he hecho”.
Y concluye su carta advirtiendo que la democracia se encuentra en un estado de emergencia por la falta de controles y balances, que dice, tiene.
“La horrorosa magnitud del detrimento al mundo debería de despertarnos de golpe, pero cuando toma un whistleblower para sonar la alarma, debería de causar mayor consternación. Significa que los balances y controles de la democracia han fallado, que el colapso es sistémico y que una severa inestabilidad podría estar a la vuelta de la esquina. Ahora es el tiempo para tomar verdaderas acciones y eso empieza con preguntar.”, sentencia.
En R3D creemos que es momento de que también en México se ofrezcan garantías para los funcionarios que denuncien actos ilegales y violaciones a los derechos humanos. Estas protecciones deberían de incluirse en el Sistema Nacional Anticorrupción, que actualmente se discute en el congreso.
Imagen original de Neil Moralee: Whistle-Blower