El estado de Nueva York ha prohibido el uso de tecnologías con reconocimiento facial en las escuelas, informó AP News, luego de la publicación de un informe que concluye que los riesgos a la privacidad y los derechos civiles de la comunidad estudiantil son mayores que los supuestos beneficios a la seguridad de estos sistemas.
El distrito escolar de Lockport Central fue uno de los primeros del país en incorporar tecnologías de reconocimiento facial, en respuesta a los mortíferos tiroteos en planteles educativos de Estados Unidos.
Funcionarios de Lockport sostuvieron que la idea de implementar estas herramientas era permitir a los agentes de seguridad responder rápidamente a la aparición de empleados descontentos, delincuentes sexuales o ciertas armas que el sistema estaba programado para detectar.
Sin embargo, un análisis de la Oficina de Servicios de Tecnología de la Información (ITS) publicado en agosto de 2023, “reconoce que los riesgos del uso de (la tecnología de reconocimiento facial) en un entorno educativo pueden ser mayores que los beneficios”.
El informe también señala que “la tasa de falsos positivos es potencialmente más alta para personas de color, personas no binarias y transgénero, mujeres, ancianos y niños”. El reconocimiento facial “solamente ofrece la apariencia de escuelas más seguras”, recoce la ITS en su reporte.
La Unión por las Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU) aplaudió la decisión. “Las escuelas deberían ser lugares seguros para aprender y crecer, no espacios donde sean constantemente escaneados y monitoreados, con su información más sensible en riesgo”, dijo Stefanie Coyle, subdirectora del Centro de Política Educativa de NYCLU.
La prohibición ocurre en un momento clave de las discusiones sobre el reconocimiento facial en Estados Unidos, especialmente en el debate sobre su uso policial. En Nueva York, la utilización de estas capacidades en el espacio público ha sido cuestionada en el contexto del movimiento Black Lives Matters, donde fue desplegada para reconocer a manifestantes de las protestas de 2020.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino