La Suprema Corte de Justicia de Nueva York ordenó al Departamento de Policía del estado permitir el acceso a 2 mil 700 documentos y correos relacionados con el uso de tecnología de reconocimiento facial y otros sistemas de vigilancia contra las personas que participaron en las protestas del movimiento Black Lives Matter (BLM) en 2020, informó el sitio Engadget.
Con esta decisión, el juez Laurence Love resolvió a favor de la demanda interpuesta por Amnistía Internacional (AI) y el Proyecto de Supervisión de Tecnologías de Vigilancia (S.T.O.P., por sus siglas en inglés), realizada después de que su solicitud de información pública fuera rechazada porque su cumplimiento supuestamente implicaba una “carga de trabajo injustificada”.
Esta información permitirá investigar a profundidad los procesos de contratación y uso de las tecnologías de reconocimiento facial por parte del departamento de policía en la ciudad de Nueva York, señaló AI en su comunicado sobre la resolución.
“La población de Nueva York que exige justicia racial tiene derecho de conocer a detalle cómo el departamento de policía utilizó las tecnologías de reconocimiento facial durante las protestas de BLM. Esta resolución reconoce que la policía actuó de manera ilegal al retener esta información y es un paso significativo para que se haga responsable por el uso de vigilancia discriminatoria”, señaló Matt Mahmoudi, especialista de AI en inteligencia artificial y derechos humanos.
Por su parte, el director ejecutivo de S.T.O.P. Albert Fox Cahn dijo: “Este departamento de policía sistemáticamente oculta la forma en que nos vigila, pero esta vez no funcionó su intento para encubrirlo. La resolución fue muy clara: la policía violó la ley al ocultar la información”.
Las organizaciones deberán ingresar una nueva solicitud con base en la Ley de Libertad de Información que especifique la cantidad de documentos y el periodo requerido, que abarca del 1º de marzo al 1º de septiembre de 2020.
La policía de Nueva York no fue la única que utilizó esta y otras tecnologías de vigilancia. En 2020, se documentaron varios casos sobre su uso para perseguir a personas que participaron durante las protestas del movimiento BLM en distintas ciudades de Estados Unidos, como Miami, Columbia, Carolina del Sur y Filadelfia.
Las tecnologías de reconocimiento facial han demostrado ser muy imprecisas con tasas de error superiores al 90%, sobre todo al identificar rostros de mujeres, personas de tez morena y disidentes de género, lo que implica mayor discriminación y persecución de grupos ya marginalizados.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino