La nación siux, que actualmente defiende su territorio de la construcción de un oleoducto cerca de la reservación Standing Rock, en Dakota del Norte, Estados Unidos, se prepara también para defender otro preciado recurso, su espectro radioeléctrico.
Los siux tienen un estatus que les permitió construir y operar su propia red para telefonía móvil, con 17 torres, mil 600 suscriptores al mes, y creciendo, y una señal que abarca diversos condados entre los estados de Dakota del Norte y Dakota del Sur.
“Es un beneficio espectacular tener nuestra propia compañía de telecomunicaciones y todo el mundo puede verlo y validarlo. Es un punto de orgullo”, explicó a Motherboard el gerente general de Standing Rock Telecom, Fred McLaughlin.
La amenaza más cercana se encuentra en la creación de una red público privada operada por alguna de las gigantes de las telecomunicaciones en los Estados Unidos, AT&T y Verizon, conocida como First Net, a la cual el Departamento de Comercio ya destinó 7 mil millones de dólares.
First Net tiene como objetivo ser una red de alta velocidad para comunicaciones de emergencia, parte de las medidas post 9/11, pero aquel proveedor que gane la licitación tendrá la posibilidad de rentarla a otras pequeñas operadoras alrededor de los EE.UU.
De hecho la enorme red será utilizada en 80 por ciento para razones comerciales y será construida sobre redes existentes como al de los siux, que podría desaparecer y terminar como una empresa que revende el servicio.
Esta estrategia claramente favorece a los grandes operadores, quienes son los únicos que pueden manejar redes de ese tamaño, pero perjudica al mercado y las distintas opciones que pudieran existir para los consumidores, en tierras siux o afuera de las reservaciones.
“Creo que es terrible que el gobierno esté, esencialmente, patrocinando un escenario de dominio eminente, en la que el ganador construirá sobre redes existentes sin un trato justo o negociable”, aseguró McLaughlin.
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