La falta de claridad en los criterios con los que Facebook trata la información que se publica en su plataforma hacen suponer que estos se adaptan a las necesidades específicas de la empresa y son determinados por el contexto político de la información.
En el pasado reciente, Facebook ha tenido que lidiar con acusaciones de censura y parcialidad por el tratamiento de imágenes o noticias.
Ahora, han surgido cuestionamientos sobre la permisividad de la red social hacia el discurso del candidato republicano para la presidencia de los EE.UU., Donald Trump, el cual, según fuentes de The Wall Street Journal, contiene elementos que lo calificarían como “discurso de odio” para las reglas de comunidad de Facebook.
Al respecto, la compañía ha expresado que busca mantenerse “neutral y abierta” durante la carrera electoral estadounidense, una decisión que contrasta fuertemente con su comportamiento ante otros discursos discriminatorios, racial o religiosamente, que normalmente son removidos.
El viernes 21, miembros del equipo de políticas de Facebook explicaron en su blog que en las siguientes semanas “comenzarán a permitir más artículos que la gente encuentra noticiosos, significativos o importantes para la opinión pública—incluso si violan normalmente nuestros estándares”.
Se especula que la determinación está en realidad influenciada por el hecho que Peter Thiel, director de la compañía, prometió donar un millón 250 mil dólares para apoyar la campaña de Trump, además de que la publicidad y propaganda en línea de la elección le representarán a Facebook cerca de 300 millones de dólares, solo este año.
La red social ha adquirido un papel preponderante como fuente de información política y opinión en el mundo, pero sin reglas claras deja muchas dudas de la forma en que se “regula” la libertad de expresión.