El 1 de junio de 2011, Coldplay publicó un video para denunciar la crisis humanitaria palestina: la pobreza y mal estado de los campos de refugiados, la ocupación israelí y otras violaciones a derechos humanos que sufrían todos los días.
Al poco tiempo de su publicación, el 6 de junio, Facebook eliminó el enlace por clasificarlo como “abusivo”, pero no fue algún trabajador de la red social quien lo encontró ofensivo o violatorio de los términos de uso, sino que fueron algunos usuarios quienes al reportarlo activaron un sistema que automáticamente lo dio de baja.
Con este caso nació en 2011 Onlinecensorship.org, un proyecto conjunto de Electronic Frontier Foundation y Visualizing Impact que busca exponer, analizar y comprender cómo y por qué se eliminan contenidos creados por usuarios en las redes sociales, además, de entender a qué comunidades afectan.
Onlinecensorship.org recibía reportes de usuarios de Facebook, Google+, Twitter, Instagram, Flickr y YouTube en idioma inglés, pero a partir del 21 de julio de este año lanzó también su plataforma para español, el segundo idioma más usado en el mundo.
“Las controversias sobre la eliminación de contenido parecen estallar cada pocas semanas con usuarios quejándose de censura contra el discurso político, desnudez, contenido LGBT, y muchos otros temas. El apasionado debate en estas eliminaciones revela un problema mayor: los sitios de medios sociales tienen un enorme impacto en la esfera pública, pero son, en última instancia, propiedad privada de las empresas.”, escribió sobre este lanzamiento la coordinadora de internacional de EFF, Kim Carlson.
Recientemente, Facebook tuvo que disculparse por bloquear temporalmente una publicación del Centro de Estudios de Inmigración que apuntaba a que en los Estados Unidos una gran parte de las nuevas plazas de trabajo eran tomadas por los inmigrantes.
Los enlaces, al igual que en el caso de la canción de Coldplay, fueron reportados como “abusivos” y sin que alguna persona mediara, se retiraron de la red social de forma automatizada. En ambos casos, Onlinecensorship.org dio cuenta de que grupos de usuarios utilizaron el mecanismo de Facebook para reportar spam como manera de obligar a que se retirara la publicación.
También existen casos en los que la decisión de retirar un contenido de la red está más del lado de las empresas. En agosto del año pasado, Twitter cerró Politwoops, un proyecto que registraba tuits que políticos y funcionarios públicos habían borrado de sus perfiles.
En este caso, la red social argumentó que la privacidad de los políticos estaba por encima del derecho a la información del público. Posteriormente, Jack Dorsey, presidente de Twitter, se disculpó con Politwoops y admitió que habían cometido un error al bloquearlos de la red social, por lo que la plataforma pudo volver a acceder a Twitter.
Un par de meses después, Twitter borró las publicaciones de usuarios sobre el uso de drones de los Estados Unidos en operaciones militares en Medio Oriente. Estos tuits simplemente desaparecieron de la red social y debido a una falta de requisitos legales en EE.UU. Twitter no hizo pública su eliminación.
“Si las empresas de medios sociales controlan tanto el medio y el mensaje, sin supervisión y transparencia, pasarán de ser un ‘jardín amurallado’ a un bosque podado selectivamente.”, concluye al respecto la activista Jillian C.York.