El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha dictaminado que debilitar el cifrado de extremo a extremo en aplicaciones de mensajería supone un riesgo desproporcionado y viola los derechos humanos, informó en su sitio web ArsTechnica.
La decisión tomada por el Tribunal Europeo podría desbaratar los planes propuestos por la Comisión Europea de exigir a los proveedores de servicios de correo electrónico y mensajería que creen puertas traseras que permitan a las fuerzas de seguridad descifrar fácilmente los mensajes de las personas usuarias.
Esta sentencia se produce después de que en 2017, el Servicio Federal de Seguridad (SFS) en Rusia comenzara a exigir a Telegram que compartiera los mensajes cifrados de algunas personas usuarias para disuadir “actividades relacionadas con el terrorismo”. Esto provocó diversas reacciones en algunas personas usuarias de la app, quienes argumentaban que el requisito del FSS violaba sus derechos a la vida privada y a las comunicaciones privadas, así como los derechos de quienes usaban Telegram.
Una historia similar ocurrió con Apple, cuando hace algunos años el FBI presionó a la compañía para abrir una puerta trasera al cifrado en al menos 12 casos en donde los dispositivos Apple estaban involucrados.
En este caso, Telegram se negó a cumplir con la orden del SFS de desencriptar los mensajes de seis personas sospechosas de terrorismo y se llevó una gran multa. Según la empresa, “era técnicamente imposible proporcionar a las autoridades las claves de cifrado asociadas a usuarios específicos” y, por tanto, “cualquier revelación de las claves de cifrado” afectaría a la “privacidad de todas las personas que usan Telegram”.
Esto no le gustó al gobierno ruso, quien dijo al TEDH que cualquier intromisión en la vida privada resultante del descifrado de mensajes era “necesaria” para combatir el terrorismo en una sociedad democrática. Para respaldar esta afirmación, el gobierno señaló un ataque terrorista de 2017 que fue “coordinado desde el extranjero a través de chats secretos vía Telegram.”
El Instituto Europeo de la Sociedad de la Información (EISI) y Privacy International dijeron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos que aunque los gobiernos nunca utilizaran las medidas solicitadas para vigilar masivamente a la ciudadanía, podría tener un efecto amedrentador sobre la expresión de las personas. Por lo tanto, exigir que las fuerzas del orden descifren los mensajes “no puede considerarse necesario en una sociedad democrática”.
La sentencia “asesta un duro golpe a las medidas autoritarias que pretenden socavar la protección de los derechos fundamentales en la era digital”, declaró Ioannis Kouvakas, responsable jurídico de Privacy International. “Al declarar que los esfuerzos de Rusia por eludir el cifrado de los servicios de mensajería en línea violaban el Convenio Europeo de Derechos Humanos, el Tribunal envía un mensaje claro a otros gobiernos que actualmente están jugando con ideas similares: arriesgar la privacidad y la seguridad de todos y cada uno de los usuarios no es, desde luego, el camino a seguir.”