Desde el 12 de septiembre, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, acompañado por un grupo de fiscales generales estatales, ha interrogado a más de 30 testigos en su intento de demostrar que Google infringió las leyes antimonopolio, como parte de un juicio histórico por prácticas monopólicas que puede afectar al poder de la industria tecnológica, informa The New York Times.
Los alegatos del gobierno estadounidense tienen dos hilos conductores: las presuntas maniobras de Google para mantener ilegalmente sus monopolios de búsqueda y anuncios publicitarios en buscadores y cómo esas prácticas perjudicaron a consumidores y anunciantes.
Entre los argumentos del Departamento de Justicia, el más fuerte afirma que Google habría pagado a Apple ─y a otras plataformas tecnológicas─ más de 10 mil millones de dólares al año para convertirse en el motor de búsqueda predeterminado del iPhone y otros dispositivos electrónicos.
De este modo, Google habría infringido la ley al utilizar contratos multimillonarios para ser el motor de búsqueda por defecto en Internet, algo que hacía imposible competir a otros buscadores como Bing o DuckDuckGo, quienes testificaron cómo eso afectó el acercarse a nuevos consumidores.
El Departamento de Justicia también mostró documentos internos de Google en los que los empleados reflexionaban sobre el poder que tenían esos valores predeterminados en los dispositivos para mantener a raya a los rivales. Por su parte, la empresa ha rebatido que cualquiera puede cambiar fácilmente los valores predeterminados de Safari y otros navegadores, si así lo desearan.
“Este ciclo de retroalimentación, esta rueda, ha estado girando durante más de 12 años”, dijo Kenneth Dintzer, abogado principal del Departamento de Justicia, en su declaración de apertura. “Y siempre gira a favor de Google”, concluyó.
Por su parte, Sridhar Ramaswamy, antiguo ejecutivo de Google que más tarde fundó un motor de búsqueda competidor llamado Neeva, fue cuestionado sobre por qué Google realizaba pagos a Apple y otros, a lo que contestó que “los pagos hacen que el ecosistema sea excepcionalmente resistente al cambio”.
Sobre cómo estas prácticas afectan a las personas consumidoras, los abogados del gobierno dijeron que el dominio de Google en las búsquedas había dado lugar a un producto de peor calidad para todas las personas. Si Google tuviera que competir más con otros motores de búsqueda, se podría tener acceso a servicios más respetuosos con la privacidad, como es el caso de otros buscadores como DuckDuckGo, cuyo director ejecutivo afirmó que recopila menos información de los usuarios que Google.
Tal y como están las cosas, Google está controlando a las personas usuarias para dirigirles anuncios personalizados, influyendo en el mercado de la publicidad que aparece junto a los enlaces de consulta, debido al gran poder que tiene Google en las búsquedas, afirmaron las autoridades estadounidenses.
Este juicio se suma también a la multa de 2.7 millones de dólares que recibió la empresa tecnológica en 2017 por parte de la Unión Europea por prácticas monopólicas que favorecían sus servicios frente a los de sus competidores.
Imagen (CC BY) Gibrán Aquino