Las editoriales que demandaron a Internet Archive (IA) por presuntas violaciones al derecho de autor pidieron a una corte que rechace la petición de la organización para acceder a la información del rendimiento de ventas de algunos libros, informó Torrent Freak.
Hachette, Penguin Random House, Wiley y HarperCollins iniciaron una demanda en junio de 2020 contra el proyecto Open Library, que permite el préstamo de ejemplares escaneados a partir de copias digitales con el sistema Controlled Digital Lending (CDL), que opera para propósitos de preservación, acceso e investigación.
Las editoriales han señalado a Open Library como un sitio de “piratería” y “distribución ilegal de libros electrónicos” que amenaza con destruir el “mercado legal”.
Para demostrar que su iniciativa no daña las ganancias de las editoriales, Internet Archive solicitó acceso al rendimiento de venta de libros electrónicos desde 2011; sin embargo, las compañías aseguran que ya dieron información sobre 127 libros y que los datos adicionales (500 mil libros) que solicita la organización solo son para “probar” algo que no ha podido demostrar hasta ahora.
Además, las editoriales señalan que sería gravoso producir la información que solicita el Internet Archive, ya que sostienen que existen “miles de razones” por las que un libro vende más copias que otro y “es imposible calcular el daño al mercado” con base en una comparación directa.
Las editoriales también calificaron como “irrelevante” la entrega de datos relacionados con el rendimiento de ventas de sus títulos, y consideraron que requeriría de tiempo y recursos “incalculables” poder compilar miles de millones de líneas de datos.
En agosto de 2020, el especialista en derecho de autor de Harvard, Kyle K. Courtney, respaldó en una conferencia a Internet Archive ante la demanda de las editoriales. El experto explicó que la estructura del CDL preserva el mayor valor que tienen las bibliotecas —su acervo— al mejorar el acceso a los libros a través de la tecnología, una que también se utiliza de manera comercial.
“De nuevo, esto podría ser miedo a la tecnología, ciertamente, pero esta debería ser usada para mejorar el acceso a los materiales y a hacer lo que las bibliotecas siempre han hecho: incrementar el acceso al conocimiento al prestar materiales al público. Solo porque estamos usando tecnología no significa que de pronto estos actos son nuevos”, consideró Courtney.
Imagen de Nick Papakyriazis (CC BY-NC-SA 2.0)