“Creemos que el alcance de un mensaje político debe ser ganado, no comprado”, publicó, Jack Dorsey, presidente de Twitter, al anunciar que su plataforma dejará de aceptar publicidad política a partir de noviembre.
Dorsey considera que los mensajes políticas obtienen mayor alcance cuando las personas deciden seguir una cuenta o dar retuit. “Pagar por alcance remueve esa decisión, forzando mensajes políticos focalizados y altamente optimizados hacia la gente. Creemos que esta decisión no debe estar comprometida por el dinero”, señaló.
Para Twitter, el negocio de los anuncios políticos no representa un ingreso significativo, menos de tres millones de dólares en 2018, señaló el director financiero de la empresa, Ned Segal. Sin embargo, aclaró que la decisión fue hecha con base en principios, no dinero.
La decisión de Twitter llega en una coyuntura complicada para la publicidad política en línea. En días pasados, la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez cuestionó severamente a Mark Zuckerberg, director de Facebook, sobre si la plataforma hacía algún tipo de verificación de información antes de publicar un anuncio político.
La explicación de Dorsey a esta medida parece apuntar, justamente, a tomar la dirección opuesta a Facebook. “No es creíble que nosotros digamos: ‘estamos trabajando duro para frenar que las personas jueguen con nuestros sistemas para esparcir información engañosa, peeero si alguien nos paga para elegir a alguien como objetivo y forzarlo a ver su anuncio político, bueno… ¡ellos pueden decir lo que quieran!”.
Aunque la decisión ha sido aplaudida en contraste con la postura de Facebook, también ha despertado inquietud sobre las implicaciones que tiene la definición de un “anuncio político”. Dorsey señaló que no solo se dejarán de aceptar anuncios de campañas políticas (por ejemplo, para promover a un candidato), sino también anuncios sobre “asuntos legislativos de importancia nacional”.
Qué constituye un tema político es algo que aún no está definido, pero que debería quedar listo antes del 15 de noviembre, fecha en que la política se empezará a implementar. Asuntos como la migración, salud pública, cambio climático, seguridad nacional e impuestos están considerados dentro de las categorías de Twitter, por lo que la nueva política podría dificultar a activistas publicitar mensajes sobre esos temas.
“Si esta política termina por privilegiar las cuentas de políticos con muchos seguidores en lugar de nuevos participantes y voces marginalizadas, no es en realidad un triunfo para la democracia como tal”, opinó el relator especial de las Naciones Unidas para la libertad de expresión, David Kaye.
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