La gestión del DNS (Sistema de Nombres de Dominio) pasó, a partir del 1 de octubre, a manos de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombre y Números (ICANN), por lo que estará libre del control gubernamental estadounidense.
El DNS es el sistema con el que se traducen las direcciones IP a los nombres de dominio. Cada vez que se envía un correo o se da clic en un hipervínculo o app, se está usando el DNS para convertir esos nombres en direcciones IP, por lo que este es uno de los puntos más importantes de la red.
La ICANN operó durante muchos años bajo la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, pero ahora pasará a ser una entidad sin ánimo de lucro.
De acuerdo con Reuters, el gobierno de la ICANN consiste de académicos, expertos técnicos, representantes de la industria y de gobiernos, defensores de derechos civiles e incluso usuarios individuales alrededor del mundo, además, maneja bases de datos de dominio como “.com”, “.net” y está encargada de protocolos de Internet como IP.
En un inicio, Estados Unidos mantuvo el control de estas funciones de Internet por su capacidad técnica, pero a medida que Internet se ha convertido en un fenómeno global, este control debe ser más internacional y democrático.
Al igual que con la ICANN, cada vez más funciones de Internet pasan a entidades internacionales que buscan mantener a la red lejos de intereses, presiones y decisiones unilaterales.