El caso de Thomas Drake, el whistleblower que inspiró a Edward Snowden

May 26, 2016 | Whistleblowers

Edward Snowden ha vuelto a pedir que exista una reforma completa a las garantías que tienen los whistleblowers (informantes) en los Estados Unidos.

Pero esta vez, los señalamientos hechos por Snowden se dan en el contexto de declaraciones en las que un informante acusó formalmente al Pentágono de perseguir a whistleblowers que acudieron a instancias oficiales para hacer una denuncia.

Hasta recientemente, poco se sabía de la inspiración que Snowden tuvo para realizar la masiva filtración del programa de espionaje global de la NSA. Ahora se sabe que fue el linchamiento de otro whistleblower, Thomas Drake, al interior de la agencia lo que lo convenció de llevar a cabo sus revelaciones.

Drake fue otro oficial de la agencia que reveló las mismas actividades que Snowden hizo, 10 años antes. La diferencia fue que Drake acudió a los canales oficiales para dar a conocer sus descubrimientos y fue atacado por el sistema.

El relato pertenece a otro exoficial del Pentágono, John Crane, quien reveló a The Guardian que Drake fue inmediatamente despedido, arrestado, despojado de su nivel de acceso a seguridad y acusado de crímenes que lo podrían dejar todo el resto de su vida en prisión.

Crane aseguró al diario que la NSA también destruyó documentos que podrían servir para la defensa del whistleblower.

En 2002 Drake contactó al inspector general del Pentágono para informar sobre una herramienta muy cara y que había traído pocos resultados: Trailblazer. Ésta permitía realizar análisis masivos de datos.

Para diciembre de 2004, Drake y sus colegas, Crane era su jefe, habían logrado conseguir una gran cantidad de documentos sobre el programa, clasificados y no clasificados, y prepararon un gran reporte criticando fuertemente al programa, que a la postre, asegura el diario, acabó con éste.

Pero al poco tiempo una parte de la investigación sobre vigilancia masiva e ilegal se filtró al NYT y el primero que fue encontrado como responsable fue Thomas Drake, bajo cargos de acumulación de documentos, uno de los procedimientos que se pide a los whistleblowers en el Pentágono.

En 2011 los cargos contra Drake fueron retirados, pero su caso sirvió como preludio para las revelaciones hechas por Snowden. Drake no pudo volver a trabajar en el gobierno, actualmente lo hace en una tienda de electrónicos.

De acuerdo con Crane, la forma en que Drake fue maltratado inspiró a Snowden a llevar a cabo su filtración.

El relato de Crane es una crítica en contra de señalamientos de funcionarios de alto perfil, como Barack Obama y Hillary Clinton, quienes han asegurado que Snowden tenía otras opciones además de acudir a los medios.

Crane rechaza tajantemente estas declaraciones, ya que asegura, la decisión de convertirse en un delator cambia la vida de la gente.

“Cuando alguien se vuelve un whistleblower, están haciendo una decisión seria y consciente”, asegura. “Están tomando una decisión que puede cambiar sus vidas, su futuro, también impactar en la vida familiar. Se necesita tener una suerte de confianza inquebrantable. La confidencialidad es esa confianza que no puede ser jamás violada”, explicó a The Guardian.

Snowden, mientras tanto, continúa luchando para que existan mayores protecciones a whistleblowers en los Estados Unidos, ya que asegura, actualmente no existen garantías para los denunciantes.

“Necesitamos protecciones de acero sólido para whistleblower y necesitamos también un registro público de historias de éxito. Proteger a la gente que va con los miembros del congreso con roles de vigilancia y si su esfuerzo llevó a un cambio positivo de alguna política, reconocerlos por ello. No hay actualmente incentivos para que la gente se levanta en contra de una agencia que está en el lado incorrecto de la ley y eso tiene que cambiar.

“La triste realidad es que las políticas actuales significan que ir con el inspector general con evidencia de una mala actuación es a menudo un error. Al ir con la prensa corres un serio riesgo, pero al menos tienes una oportunidad”, concluye Snowden.


Imagen original de Stiftelsen: Plats 1: Edward Snowden

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