La decisión de Apple de analizar las fotos en sus dispositivos como medida para combate a la pornografía infantil atenta contra la privacidad de millones de personas alrededor del mundo y abre la puerta a que, en el futuro, pueda usarse para otros propósitos, alerta la Electronic Frontier Foundation.
Apple anunció que analizará todas las fotos que se suban al servicio de almacenamiento de nube (iCloud) y las comparará con una base de contenido de abuso sexual infantil de EE.UU. (CSAM, por sus siglas en inglés) para detectar coincidencias.
Además, la empresa revisará todas las imágenes recibidas por cuentas de iMessage que pertenezcan a menores de edad, en búsqueda de contenido sexualmente explícito. En este caso, podrá incluso notificar (a solicitud de los tutores legales, padres o madres del menor) si es que se envían o reciben imágenes de este tipo.
Para la EFF, el proceso de detección de pornografía infantil abre la puerta a que se puedan expandir después los parámetros para identificar otros tipos de contenido. Un sistema con esas capacidades está a la espera de presiones externas de las autoridades nacionales y agencias de seguridad e inteligencia para modificarse.
“Sin importar qué tan bien intencionado sea, Apple está implementado vigilancia masiva con el mundo entero. No se equivoquen: si pueden buscar pornografía infantil hoy, pueden buscar cualquier cosa mañana.”, escribió al respecto el activista Edward Snowden en su cuenta de Twitter.
Podría ser cuestión de tiempo para que un régimen autoritario obligue a la empresa a identificar, notificar y retirar contenidos que tengan que ver con derechos humanos, comunidades atacadas o vulnerables (como LGBTQ+) o de sátira política, protesta y disidencia.
“Es fácil visualizar cómo esta función podría ser reprogramada por un Estado no liberal. Apple está realizando una vigilancia proactiva en dispositivos adquiridos por un cliente para defender sus propios intereses, pero en nombre de la protección de menores”, apuntó el experto en cifrado Alec Muffet.
Históricamente, Apple había sido reconocida por sus esfuerzos por resistir el debilitamiento del cifrado en sus dispositivos. En 2016, rechazó la presión del FBI para crear una puerta trasera para los teléfonos iPhone.
“Apple puede explicar a detalle cómo es que su implementación técnica preservará la privacidad y seguridad en su propuesta, pero al final de día, incluso la puerta trasera más meticulosamente documentada, cuidadosamente pensada y con el alcance más estrecho sigue siendo una puerta trasera”, indicó la EFF.
Imagen de Kārlis Dambrāns (CC BY 2.0)
