El Departamento de Policía de San Francisco (SFPD) obtuvo acceso a una red privada de cámaras de seguridad de un distrito local para monitorear las protestas y disturbios que hubo por el asesinato de George Floyd a finales de mayo y a principios de junio, reveló la organización Electronic Frontier Foundation (EFF).
El conjunto de cámaras pertenece al Union Square Business Improvement District y, de acuerdo con EFF, y se le permitió de forma casi inmediata acceso remoto en vivo a la policía durante varios días de protestas, violando la ordenanza de la Ciudad sobre el uso de tecnología de vigilancia.
“El acceso en vivo, indiscriminado y sin control, por más de una semana (entre el 31 de mayo y el 10 de junio) a una red de cámaras de terceros para monitorear protestas fue exactamente el tipo de daño del que la ordenanza busca evitar”, escribieron Dave Maass y Matthew Guariglia de la fundación.
La ley local obliga a la policía a solicitar la aprobación del acceso a la tecnología de vigilancia de terceras partes en un proceso público.
El uso indiscriminado de tecnología de vigilancia, además violando la ley en este caso, representa un riesgo para las libertades civiles, ya que tiene un efecto disuasorio para la disidencia política, la cual está protegida en muchos marcos legales nacionales e internacionales.
Una persona que esté participando en una actividad protegida por la ley, como la protesta, puede sentirse muy incómoda y en riesgo al saber que el gobierno está registrando su actuar, explicó Cyrus Farivar, periodista especializado en tecnología de vigilancia, a San Francisco Public Press.
“Mientras el tiempo pasa, creo que es de la incumbencia de todos hacernos preguntas, seamos periodistas entrenados o no, para encontrar qué tipos de vigilancia se están usando en nuestras ciudades y municipios y estados y naciones”, concluyó Farivar.
Imagen de Lorie Shaull (CC BY-SA 2.0)