El nuevo Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea permite que individuos u organizaciones interpongan quejas para obligar a las compañías a respetar los derechos sobre sus datos. Ante esta posibilidad, Max Schrems, un abogado crítico de la política de privacidad de Facebook, ha interpuesto cuatro denuncias en contra de WhatsApp, Instagram, Facebook y Google por “consentimiento forzado”.
El reclamo de Schrems –en representación de diversos individuos– es contra la postura de “tómalo o déjalo” que tienen estas plataformas de Internet. Por ejemplo, Facebook ofrece a sus usuarios europeos una única opción (salirse del servicio por completo) si no quieren aceptar ser objetivos de publicidad dirigida, lo que en realidad no es una alternativa debido al tamaño y poder de la red social.
El GDPR permite que las plataformas procesen cualquier dato que sea estrictamente necesario para el funcionamiento del servicio, sin embargo, usar estos datos adicionalmente para publicidad requiere del consentimiento explícito de los usuarios. “Al final, los usuarios solo han tenido la opción de borrar sus cuentas o presionar el botón de ‘aceptar’, eso no es una elección libre”, indica Schrems.
El reglamento también prohíbe a las plataformas atar el servicio con cualquier otro requisito de consentimiento. Es decir, el acceso a Facebook, por ejemplo, no puede depender de que una persona acepte que sus datos sean usados para publicidad. Esto implica terminar también con los mensajes de consentimiento que ‘saltan’ en las páginas web, a menudo con una amenaza velada de no poder seguir usando el servicio si no se aceptan las condiciones.
Schrems también plantea que estas prácticas no solo representan una acción coercitiva sobre los usuarios; en el fondo subyace un problema de competencia, ya que solo las grandes compañías pueden obligar a sus usuarios bajo esta modalidad de “acepta o abandona”.
“La lucha contra en consentimiento forzado asegura que las corporaciones no pueden forzar a usuarios a consentir”, escribe Schrems, “esto es especialmente importante para que los monopolios no tengan ventaja sobre los pequeños negocios”.
Imagen de zeevveez (CC BY 2.0)