En febrero de 2018, Amazon desembolsó cerca de 1.8 mil millones de dólares para adquirir Ring, una empresa que comercializa timbres de puerta inteligentes. Ring Video Doorbell, su producto estrella, incluye una cámara de alta definición, conexión inalámbrica a Internet, un detector de movimiento y visión nocturna, además de una app llamada Neighbors en la que vecinos comparten vídeos capturados por el dispositivo.
Ahora Amazon está usando los timbres Ring para construir una red de videovigilancia en conjunto con las policías locales. Las cámaras de los timbres permiten aumentar las capacidades de vigilancia de las autoridades, por lo que los departamentos de policía en distintas ciudades de EE.UU. están ofreciendo este producto a los ciudadanos de forma gratuita o con descuentos significativos.
Aunque los usuarios son quienes deciden finalmente si comparten los vídeos de sus Ring con las autoridades, existen preocupaciones por los posibles abusos que se pueden cometer. Uno de ellos se ejemplifica con un anuncio reciente en Facebook, publicado por la empresa, que muestra a una persona mientras intenta abrir un auto. “Si tú reconoces a esta mujer, por favor contacta al Departamento de Policía de Mountain View… por favor, comparte con tus vecinos”, señala el anuncio.
En este video no se aprecia ninguna acción ilegal, sin embargo, la empresa está llamando a la mujer “ladrona” en una publicación pagada y dirigida a una audiencia en específico, lo que constituye una violación a la presunción de inocencia. Estas alertas, de acuerdo con la empresa, son creadas utilizando “contenido publicado de forma pública” por la app de vecinos de Ring y que cuentan con un reporte policial, además de estar supuestamente limitadas geográficamente.
Además, la app Neighbors está provocando mayor desconfianza entre los vecinos. De acuerdo con una investigación de Motherboard, el lenguaje utilizado es a menudo racista, además de que los vídeos compartidos reflejan desproporcionadamente a personas de color.
“Básicamente, estamos creando una cultura en la que cualquiera es el vecino entrometido mirando desde la ventana con sus binoculares. Está creando esta base gigantesca de datos que permite al gobierno analizar cada uno de nuestros movimientos, se esté o no cometiendo un delito”, indica Dave Maass, investigador senior de la Electronic Frontier Foundation.
Imagen de Ring (CC BY-SA 4.0)