La biometría se refiere al proceso de medición de rasgos físicos y de comportamiento como la huella digital, patrones de la cara, ADN, la forma de caminar o de mover el cursor. Puesto que se tratan de rasgos físicos y de comportamiento que por lo general varían poco en el tiempo y que son únicos, la biometría ofrece una forma de identificar a las personas.
Sin embargo, la recolección y tratamiento de datos biométricos proporciona un enorme poder para conocer y seguir las vidas de las personas. La preocupación que plantea el abuso del tratamiento de datos biométricos llevó a la ciudad de San Francisco a prohibir el uso de reconocimiento facial a su policía y otras autoridades municipales. En el Reino Unido se ha iniciado una demanda contra el uso de reconocimiento facial en lugares públicos por violar la ley al no respetar principios de protección de datos personales como la obtención de consentimiento.
Por su parte, el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró en el informe El derecho a la privacidad en la era digital de 2018 que “[l]a creación de bases de datos de información biométrica a gran escala suscita graves preocupaciones por sus consecuencias para los derechos humanos” al ser datos “indisociablemente vinculados a una persona concreta y a su vida”.
En América Latina varios gobiernos han adoptado y continúan adoptando medidas que involucran el uso de tecnología de identificación biométrica, al considerarla una respuesta infalible a problemas sociales muy complejos como la correcta provisión de servicios públicos, la seguridad y la prevención de fraudes electorales, sin que se consideren los riesgos para los derechos de las personas que dichas tecnologías conllevan y en muchos casos, violando los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad e idoneidad.
“Tu yo digital” retrata el impacto que el uso de tecnologías biométricas tienen en el ejercicio de los derechos en la región latinoamericana, a través de la exposición de la narrativa, el marco legal y estudios de caso de la implementación en políticas públicas de dicha tecnología públicas por los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia y México. El informe hace notar –entre otras cosas– lo siguiente:
- La identificación biométrica suelen ser adoptada e implementada con nula o poca transparencia de cara a la ciudadanía.
- El sustento legal para el uso de dicha tecnología por parte de los gobiernos suele sustentarse en leyes originadas en contextos autoritarios o en reglamentos adoptados de maneras antidemocráticas.
- No existen análisis previos a su implementación sobre el impacto que el tratamiento de datos biométricos tiene en los derechos de las personas.
- Los marcos jurídicos de los países carecen de definiciones claras sobre términos clave como: biometría, identificación biométrica o tecnología biométrica.
- Es común que los datos biométricos sean utilizados para otros fines distintos para los cuales fueron obtenidos
- Los marcos jurídicos actuales son insuficientes para ofrecer medidas de protección, control y supervisión efectivas para la protección de los datos biométricos.
La última sección del informe plantea una serie de recomendaciones no exhaustivas enfocadas a que la adopción de tecnología biométrica en políticas públicas sea conforme a los derechos humanos. Entre dichas recomendaciones se encuentra la necesidad de estudios basados en evidencia sobre la idoneidad, los impactos y los riesgos de la adopción de dichas tecnologías en los derechos de las personas y la implementación de mecanismos de supervisión, transparencia y rendición de cuentas.
“Tu yo Digital” fue coordinado por la Asociación por los Derechos Civiles y cuenta con la participación de la Fundación Karisma, InternetLab y R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales y puede ser consultado en su totalidad en el presente enlace.