Empresas que venden equipo de espionaje y spyware burlan tratados internacionales para vender sus productos a países conocidos por violar los derechos humanos o a intermediarios que no declaran quién es el usuario final, reveló un reportaje de Al Jazeera.
La empresas IPS y AREA de Italia indicaron a un reportero encubierto de la cadena árabe que estaban dispuestas a vender equipo a Irán y a Sudán del Sur, a pesar de que esto implicaría una violación a leyes europeas.
Además, la empresa china Semptian aseguró que ha vendido más de tres millones de dólares en equipo a clientes desconocidos a través de empresas intermediarias.
“Lo hemos hecho, no sabemos qué compañía privada es y quién es el usuario final y no nos importa. De esta forma está bien, porque lo hemos hecho antes”, declaró el fundador de la empresa, Frank Feng.
IPS dijo al reportero que podían vender el equipo a través de una compañía hermana como “sistema de control de tráfico” para evitar la restricción de exportación a Irán.
La empresa AREA propuso vender el equipo a un país vecino de Sudán del Sur, como Tanzania, desde donde se daría como “regalo”. Además, al contactar al reportero con una empresa hermana, BTT, que aseguró podría vender el equipo a Sudán del Sur como “equipo de telecomunicaciones”.
Estas empresas también venden dispositivos como IMSI catcher y rastreadores IP los cuales son altamente invasivos y pueden ser usados para espiar a millones de personas.
“Cuando estas tecnologías llegan a las manos equivocadas terminan en agencias con un probado historial de represión y violación a los derechos humanos”, explicó Claire Lauterbach, investigadora de Privacy International a Al Jazeera.
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