Empresas de tecnología, como Google y Yahoo, y organizaciones por la defensa de los derechos civiles y digitales protagonizan el siguiente episodio de la lucha contra la expansión de los poderes de vigilancia en Estados Unidos.
Las distintas organizaciones rechazaron a través de una carta una enmienda propuesta a la reforma de la Ley de Privacidad de las Comunicaciones Electrónicas (ECPA) que permitiría al FBI acceder a información de sus ciudadanos como correos electrónicos, geolocalización y metadatos, tratándolos como si fueran registros telefónicos, informa The Guardian.
Esto permitiría acceder a esta información sin requerir una orden judicial, sino a través de un recurso conocido como Carta Nacional de Seguridad (National Security Letter).
Mientras las distintas organizaciones han levantado su reclamo y alertado sobre la gravedad y poderes que otorgaría esta enmienda, el gobierno asegura que esta información ya se encuentra cubierta por la ley actual y que simplemente se trata de la corrección de un pequeño “error de redacción”.
“Las nuevas categorías de información que podrían ser obtenidas a través de una NSL, y por lo tanto sin ninguna vigilancia judicial, podría pintar un retrato increíblemente íntimo de la vida de un individuo. Por ejemplo, los Registros Transaccionales de Comunicaciones Electrónicas (ECTRs) podrían incluir el historial de navegación de una persona, metadatos de correos electrónicos, información de ubicación y la hora y fecha exactas en las que una persona ingresa a una particular cuenta en línea.
“Esta información podría revelar detalles sobre la afiliación política de una persona; condiciones médicas; orientación religiosa; historial de consumo de drogas; preferencias sexuales e, incluso, aunque esté excluida la información de torres de celular de la enmienda Cornyn, también sus movimientos durante el día.”, advierte la carta publicada el pasado 6 de junio.
De acuerdo con el medio inglés, el FBI ha dependido durante años de las NSL para obtener información de forma rápida de las empresas de tecnología. Ya que éstas, además de no depender de una orden judicial, muchas veces contienen órdenes de confidencialidad que evitan que las empresas informen a sus clientes.
Pero recientemente las empresas establecidas en Silicon Valley habrían dejado de cooperar, debido a la desconfianza y a las filtraciones realizadas por Edward Snowden.
Además, la enmienda echó abajo años de trabajo para actualizar la ECPA y otorgar mayor privacidad a los ciudadanos estadounidenses. Anteriormente, las agencias gubernamentales podían acceder sin órdenes judiciales a los correos electrónicos de más de tres meses de antigüedad.
“Queremos estar seguros que cuando pasemos esto (la reforma) incremente, no disminuya, nuestros intereses protegidos por la cuarta enmienda”, declaró uno de los promoventes de la reforma original, el senador Mike Lee, citado por el medio digital The Register.