A pesar de ser una nación desarrollada, los Estados Unidos aún combaten un déficit de conectividad a banda ancha en su país, con alrededor de 320 millones de habitantes, en la actualidad 64.5 millones de sus habitantes no tienen acceso en sus casas.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) busca que Lifeline, un programa de más de 1.5 mil millones de dólares en subsidios para líneas telefónicas del gobierno de EE.UU., subsidie también a hogares de bajos ingresos para que tengan una conexión a banda ancha, informó The New York Times.
“Cuando hablamos de equidad digital, necesitamos recordar que estamos hablando de una de las claves para resolver los retos de nuestra nación — problemas como la disparidad de ingreso, creación de empleo, crecimiento económico y competitividad”, explicó Tom Wheeler, director de la FCC al respecto de la propuesta.
El subsidio de 9.25 dólares al mes estaría destinado a hogares cercanos a la línea de la pobreza en el país e incluiría un servicio de al menos 1 Mbps de subida de información y 10 Mbps de bajada, un estándar bajo para la FCC que califica banda ancha con servicios de al menos 25 Mbps de bajada y 3 Mbps de subida, pero cuyos costos harían irrelevante al descuento para las familias.
Lifeline también podría ser usado para servicios de datos en celulares, aunque al inicio solo contendría 500MB mensuales, con una velocidad de 3G, para finales de 2018, los paquetes de datos podrían ser de al menos 2GB, informó el sitio especializado Ars Technica.
Para poder ayudar a ese número de familias, el presupuesto total del subsidio tendría que pasar de 1.5 a 2.25 mil millones de dólares, la propuesta será votada el 31 de marzo próximo.
El subsidio tiene como objetivo principal comenzar a cerrar la brecha para los jóvenes estudiantes del país, los cuales enfrentan difíciles retos de aprendizaje sin Internet en casa. De acuerdo con The New York Times, al menos un tercio de los estudiantes de educación básica y media en EE.UU. no pueden conectarse a Internet en sus casas.
La falta de conectividad dificulta el futuro de estos niños y jóvenes, para conseguir mejores oportunidades escolares y de empleo, además de que les niega el acceso al conocimiento y a otras formas de interacción social.