A punto de terminar su mandato, el presidente Joe Biden emitió una orden ejecutiva cuyos puntos se enfocaron en ciberdelincuencia, ciberseguridad federal y seguridad de software comercial, informa The Record.
Esta orden ejecutiva surgió, según Anne Neuberger, Viceconsejera de Seguridad Nacional para Asuntos Cibernéticos, de una revisión exhaustiva por siete meses de los principales incidentes cibernéticos que afectaron al gobierno de Estados Unidos en los últimos cuatro años.
Entre estos ataques se encuentra el que afectó la infraestructura de varios proveedores de telecomunicaciones en Estados Unidos, comprometiendo el sistema que usan las cortes federales para realizar intervenciones telefónicas. En este ciberataque se señaló al gobierno chino como un presunto responsable.
La orden está dividida en nueve puntos clave, en ellos se destaca el aprovechar los 100 mil millones de dólares que el gobierno de EE.UU. destina anualmente a la contratación pública de TI para obligar a las empresas a fabricar productos más seguros, desplegar más ampliamente la inteligencia artificial y adoptar la tecnología post-cuántica.
Otro paso importante en este decreto es la exigencia de un cifrado fuerte para las comunicaciones del gobierno federal, incluidos el correo electrónico, la voz y los sistemas de videoconferencia. Esto incluye el cifrado de extremo a extremo por defecto siempre que sea posible, sin dejar de registrar y archivar las comunicaciones.
“Esta es realmente una orden ejecutiva que refleja las lecciones aprendidas de cómo los atacantes cibernéticos lograron ingresar y ejecutar algunos de los ataques más significativos que afectaron la infraestructura crítica o fueron particularmente dañinos para la seguridad nacional”, cerró Neuberger.