La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sentenció que el régimen de vigilancia masiva del Reino Unido, que fue revelado por el alertador Edward Snowden en 2013, violó el derecho humano a la privacidad y a la libertad de expresión.
Esta es una importante victoria a favor de la privacidad y libertad para todas las personas del mundo, ya que ofrece más piezas para construir un futuro con mejores protecciones sobre una vigilancia legal en las sociedades democráticas.
La sentencia determinó que este régimen de vigilancia masiva es ilegal, por lo que obliga a más y mejores salvaguardas, como nuevos requisitos de autorización previa ─independiente o judicial─ para la vigilancia masiva, y salvaguardas de “extremo a extremo”.
Sin embargo, la sentencia no determinó que la vigilancia masiva en sí misma sea ilegal, aclara Privacy International, una de las organizaciones que participó en el litigio. “Esto significa que, en principio, sería aceptable que un gobierno espiara a su ciudadanía en una escala masiva, siempre y cuando existan mecanismos de vigilancia y salvaguardas”, explicó la organización.
En su sentencia, la Sala Superior encontró tres deficiencias en el programa de vigilancia del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno del Reino Unido (GCHQ): la vigilancia masiva fue autorizada por el secretario de Estado, no por un organismo independiente; que al aplicar para la orden de vigilancia, no se incluyeron los tipos de comunicaciones que serían objeto de examinación, y que los términos de búsqueda vinculados a individuos, no habían sido sujetos a una autorización interna previa.
“Los poderes de vigilancia masiva permiten al estado recolectar información que puede revelar mucho sobre cada una de nosotras – desde nuestras preferencias políticas a nuestra orientación sexual. Estos poderes de vigilancia masiva no nos hacen más seguros”, declaró la abogada de Liberty, Megan Goulding.
Esta es la culminación de tres demandas, presentadas entre 2013 y 2015, sobre la ilegalidad de las prácticas de vigilancia masiva del Reino Unido, en el que participaron 16 organizaciones no gubernamentales e individuos y que finalmente fueron unidas por el Tribunal.
Imagen de greensefa (CC BY 2.0)