Durante muchos años, la firma de inversión privada Francisco Partners Management LLC fue una de las principales accionistas de la empresa NSO Group. De acuerdo con un reportaje de Bloomberg, la empresa israelí no es la única compañía de tecnología de vigilancia de la que se ha beneficiado, incluso promoviendo la venta de productos a gobiernos autoritarios que violan los derechos humanos.
Empleados antiguos y actuales de la firma narraron cómo, tras la adquisición de las empresas de tecnología, se buscó activamente hacer negocios con los gobiernos más represivos y autoritarios del mundo, sin importar los efectos previsibles del impacto de su tecnología en estos países.
En los últimos años, Francisco Partners ha invertido en empresas como Sandvine, dedicada al desarrollo de tecnología para la inspección profunda de paquetes de datos (Blue Coat Systems y Procera Networks). A partir de su adquisición, en 2017, Sandvine sufrió importantes cambios en sus políticas de respeto a los derechos humanos.
Por ejemplo, Sandvine ha cerrado acuerdos por más de 100 millones de dólares con los gobiernos de Argelia, Belarús, Djibouti, Egipto, Eritrea, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Uzbekistán, entre otros, los cuales tienen un pobre historial de respeto a los derechos humanos. Su tecnología fue utilizada por el régimen autoritario del presidente de Belarús Alexander Lukashenko para llevar a cabo apagones parciales de Internet y reprimir el movimiento nacional para tener elecciones verdaderamente democráticas.
En el caso de NSO Group ─adquirida por la firma en 2014─ un exempleado aseguró que la firma estaba al tanto de las denuncias sobre violaciones cometidas con el malware Pegasus, pero internamente se decía que era “la minoría de sus clientes” quienes lo usaban “mal”, por lo que nunca se tuvo la intención de terminar los contratos con quienes cometían estos actos. Francisco Partners vendió su participación a los fundadores de NSO Group en 2019.
Otro ejemplo es la empresa Procera, que desarrollaba tecnología para monitorear y administrar redes. Tras su adquisición, se dispuso a vender equipos a cualquier gobierno, sin importar su historial de respeto a los derechos humanos: primero Egipto, luego Turquía y así sucesivamente. Finalmente, en 2017, Procera fue fusionada con Sandvine para formar la empresa más importante de venta de equipo para inspección profunda de paquetes.
“Muchos de los abusos que hemos visto involucrando a estas tecnologías no serían posibles sin el apoyo de firmas de capitales privados, ricas en capital y recursos, como Francisco Partners. Hay una verdadera brecha para la rendición de cuentas legales y hay tanto dinero en el sector que los incentivos no están ahí para que las compañías cambien la forma en que hacen negocios”, alertó Jonathon Penney, investigador asociado de Citizen Lab de la Universidad de Toronto.
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