Cada año, el 1 de enero, personas y organizaciones alrededor del mundo celebramos el Día del Dominio Público. Esta fecha marca la entrada de miles de obras en el dominio público, es decir, que legalmente han expirado los plazos de protección o exclusividad que la persona autora haya realizado en vida con el fin de explotar comercialmente su obra.
El listado de obras varía debido a la multiplicidad de legislaciones y plazos registrales que existen en el mundo. Por ejemplo, según el plazo de protección establecido en los Estados Unidos, el Día del Dominio Público trajo el legado de obras como El gran Gatsby de Scott Fitzigerald y La señora Dalloway de Virginia Woolf.
En el caso de México, el estatus de muchas obras producidas en las primeras décadas del siglo XX es incierto. Hasta 1928 llegaría la primera redacción del Código Civil que incluyó un Reglamento para el Reconocimiento de Derechos Exclusivos de Autor, Traductor o Editor, por lo que es altamente probable que las obras de esa década y otras carezcan de beneficiarios directos.
¿Qué obras mexicanas entraron al dominio público en el año 2021?
Según el abogado especialista de Creative Commons México, Salvador Alcántar, tomando como un parámetro de asignación el artículo 9ª de la Ley Federal de Derecho de Autor vigente desde 2003 en México, la lista de personas autoras que en 2021 entran al dominio público son:
- Juan Sarabia, periodista y político potosino. Sarabia fue precursor de la democracia mexicana a inicios del siglo XX. Las conversaciones y debates de Sarabia alcanzaron a la activista anarquista rusa Emma Goldman y comprenderá una actividad copiosa en medios célebres como El Hijo del Ahuizote y Regeneración, diario editado por los hermanos Flores Magón.
- Genaro García, historiador originario de Zacatecas. Una versión digital de su Crónica oficial de las fiestas del primer centenario de la Independencia de México está disponible en el repositorio digital de la Universidad Veracruzana.
- Enrique Fernández Granados fue un poeta modernista integrante numerario de la Academia Mexicana de la Lengua. Su obra Mirtos está disponible en el repositorio digital Mexicana.
- Enrique Rosas, cineasta pionero mexicano. Su obra El automóvil gris fue considerada como una de las 100 películas del cine mexicano por la revista Somos en 1994. Una versión del filme se encuentra bajo una licencia libre en Wikimedia Commons.
No hay mal que dure cien años…
México tiene uno de los plazos de protección más altos del mundo: 100 años después de la muerte de la persona autora (post mortem auctoris) y, además, de la fecha de publicación de la obra, lo que convierte al país en una rara avis a nivel global.
No son claros los argumentos que llevaron a los legisladores mexicanos a decidir un plazo tan extenso en la reforma de 2003. desproporcionado a lo establecido por el Convenio de Berna, que lo sitúa en 75 años. Algunos países incluso tienen plazos menores de protección, como Uruguay (50 años).
El Día del Dominio Público es un recordatorio de la lucha por plazos de protección menos restrictivos. Es también un momento para cuestionar las carencias en la legislación nacional sobre obras huérfanas ─aquellas de las que se desconoce su autoría o se presume que su protección ya expiró─ o la falta de excepciones a los derechos patrimoniales por motivos didácticos ─obras retiradas del mercado, lecturas para usos educativos─, entre otros.
Los plazos de protección fueron creados con fines legítimos para los derechos de las personas creadoras, sin embargo, es necesario reflexionar a quiénes beneficia (y perjudica) en realidad si su desmesurada extensión. La oportunidad de disponer libremente de las obras abre la posibilidad de que más personas conozcan la producción cultural y se inspiren creativamente. Esperar un siglo para gozar del acervo sin estas restricciones es una medida excesiva que lastima el derecho de acceso a la cultura.
Imagen: captura de El automóvil gris