Cuatro grandes editoriales estadounidenses, Hachette, Penguin Random House, Wiley y HarperCollins, demandaron al Internet Archive por supuestas violaciones al derecho de autor del proyecto Open Library, informó The Verge.
Esta iniciativa funciona, desde 2006, como una biblioteca pública en línea que permite el préstamo de ejemplares escaneados a partir de copias digitales a partir del sistema Controlled Digital Lending que solo permite que un número limitado de copias pueda ser pedido de una sola vez.
De acuerdo con el medio, a partir de la emergencia por la pandemia de coronavirus, Internet Archive eliminó las listas de espera para poder acceder a las copias digitales y permitió que cualquier persona con una cuenta pudiera pedirlos prestados de forma inmediata.
Una diferencia importante con los sistemas tradicionales de libros electrónicos es que este proyecto crea sus propias copias digitales, actualmente cuenta con más de 3.8 millones de éstas y muchos más libros analógicos almacenados, por lo que evita las restricciones de los libros digitales tradicionales (DRM) y no tiene que llegar a un acuerdo de licencia con las editoriales.
Para las editoriales la iniciativa es una forma de “escaneo y distribución de libros ilegal” que busca esconderse detrás de una pretensión magnánima de dar acceso a las personas a estos”, se puede leer en una carta abierta que las editoriales escribieron en abril. En tanto en la demanda alegan que el proyecto no tiene licencias, ni paga a autores o editoriales y permite descargar estas copias ilegales a cualquier persona que tenga conexión a Internet.
En contexto de una pandemia, con universidades, bibliotecas y escuelas cerradas, el esfuerzo de Internet Archive puede representar un importante bálsamo para muchas comunidades sin acceso a recursos para ordenar libros en línea o pagar suscripciones a diarios.
“Como una biblioteca, el Internet Archive adquiere libros y los presta, como las bibliotecas siempre han hecho […] Esto apoya a editoriales, autores y lectores. Que las editoriales demanden a bibliotecas por prestar libros — en este caso, versiones digitales protegidas, mientras escuelas y bibliotecas están cerradas — no beneficia a nadie”, dijo el fundador de Internet Archive, Brewster Kahle sobre la demanda.
Imagen de John Blyberg (CC BY 2.0)