En febrero de este año, Facebook propuso la creación de un cuerpo de revisión independiente para la toma de decisiones sobre contenido, al que nombró Oversight Board.
Como parte de esta iniciativa, el grupo de organizaciones de la sociedad civil latinoamericana Al Sur, en el que participa R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales, entregó una serie de recomendaciones sobre el mecanismo, para que la propuesta tenga “un papel más activo en hacer dialogar las reglas de la comunidad de Facebook con estándares de derechos humanos”.
En resumen, las observaciones de Al Sur son:
1) Alcance de mandato
El Comité debe promover un diálogo entre las políticas de la plataforma, su aplicación y los estándares de derechos humanos. Para lograrlo, éste debe cambiar de la propuesta original a tener la capacidad de impactar en el diseño regulatorio de las políticas de contenido de la empresa.
El objetivo central de este Comité será mejorar las políticas y procedimientos sobre cómo toma Facebook decisiones para moderar contenido y tendrá la capacidad de establecer procesos paso a paso para la toma de estas decisiones, fundamentadas en los estándares internacionales de los derechos humanos que ya se han desarrollado en la materia.
Existen tres tareas urgentes que el consorcio considera deben llevarse a cabo como la transparencia algorítmica, las decisiones automatizadas son opacas y afectan la libertad de expresión; aspectos formales de la toma de decisiones, se debe repensar desde cómo se notifica la remoción, el currículum de moderadores y hasta sus condiciones laborales, y los mecanismos de apelación, ya que Facebook debe adoptar criterios de debido proceso y sugerencias desde estándares de derechos humanos que pueda hacer el Comité.
2) Derechos humanos sobre valores corporativos
La legitimidad y efectividad del Comité queda en duda si sus decisiones se basan en “valores” o “estándares” fijados por la misma plataforma, por esto, debe de avanzarse en que su criterio principal sean los estándares internacionales de derechos humanos, lejos de la cultura empresarial.
3) Alcance geográfico, diversidad y criterios de selección
El Sur Global, Latinoamérica y el Caribe, debe estar correctamente representado en el “Oversight Board” por lo que es necesario que exista un equilibro entre género y etnia, además de una proporcionalidad por el número de usuarios y su proyección de crecimiento. Las personas seleccionadas deben tener un perfil de multidisciplinariedad y demostrada experiencia en temas de derechos humanos y libertad de expresión.
4) Reglamento interno e independencia
Para garantizar la autonomía de este organismo, el Comité debe trabajar en una propuesta de código de conducta que incluya procesos de denuncia y toma de decisiones, el cual debe someterse a consulta abierta y su versión final debe ser pública, en éste deben estipularse con claridad asuntos como los conflictos de interés de sus miembros.
5) Periodo de observaciones
Debe establecerse un periodo de observaciones sobre el funcionamiento del Comité, por lo que se necesitará información de todas las regiones para poder ajustar y mejorarlo. El periodo deberá ser abierto y participativo y sus resultados públicos, que incluyan información completa sobre las determinaciones y un plazo adecuado para llevarlas a cabo. Asimismo, un mecanismo de observación periódica será necesario.
Al Sur es una coalición integrada por: R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales (México), Fundación Karisma (Colombia), Asociación por los Derechos Civiles (Argentina), Coding Rights (Brasil), Derechos Digitales (América Latina), Hiperderecho (Perú), Ipandetec (Panamá) y Tedic (Paraguay).
Imagen de Tookapic en Pexels