El 13 de agosto, Facebook suspendió durante dos días la página en inglés del medio sudamericano TeleSUR sin advertencia previa ni una explicación razonable y transparente del porqué.
De acuerdo con The Intercept, la red social dio al menos tres explicaciones distintas y contradictorias sobre las razones para suspender la página, con más de 500 mil seguidores.
En la primera razón, Facebook aseguró que TeleSUR había violado sus términos de uso, aunque no especificó la razón; posteriormente, un agente de soporte a clientes indicó a la página que, aparentemente, un error técnico –y no una violación de términos– habría provocado la baja.
Finalmente, la red social informó a TeleSUR que la página había sido suspendida debido a una misteriosa “inestabilidad en la plataforma” y que ya había sido corregida tras 48 horas sin funcionar.
Para el medio, las acciones de Facebook constituyen una señal de alarma en un contexto en que han sido suspendidas otras páginas que “no pertenecen a la narrativa mainstream”, especulaciones que son alimentadas por las contradicciones y falta de transparencia de la red social.
Este tipo de acciones pueden tener graves consecuencias sobre el derecho a la información y la libertad de expresión de los usuarios de Internet, ya que los intermediarios pueden decidir qué información puede o no circular en línea bajo criterios opacos o ambiguos.
Este caso se une a otros recientes en que Facebook ha censurado erróneamente publicaciones por el uso de algoritmos para regular el discurso en su plataforma, como lo hizo con la Declaración de Independencia de Estados Unidos, al identificarla erróneamente como discurso de odio.