El gobierno de los Estados Unidos, a través de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) continuará con un programa masivo de vigilancia fuera de sus fronteras por al menos otros seis años, tras aprobarse una prórroga por votación en la Cámara de Representantes.
La votación fue fuertemente influenciada por el gobierno del presidente Trump, quien ha defendido esta estrategia, que nació en 2008 durante la administración Bush y se encuentra en la Sección 702 de la Ley de Vigilancia Extranjera, informó el diario El País.
Esta ley permite a la NSA revisar desde llamadas telefónicas, hasta correos electrónicos de extranjeros –incluso cuando estén interactuando con un estadounidense– sin necesidad de solicitar autorización de las empresas que operan estos servicios, como AT&T o Google, bajo la excusa de que representan riesgos a la seguridad nacional.
En 2013, el entonces contratista de la NSA, Edward Snowden, dio a conocer al mundo la escala de la vigilancia y espionaje, masivo y opaco, practicado por el gobierno estadounidense hacia el exterior e interior, pero las modificaciones hechas a esta ley solo han aminorado su impacto a nivel nacional.
“Nada se ha hecho para defender a la gran mayoría de los ciudadanos de estas investigaciones sin garantías. Y que nadie se equivoque, con esta prórroga se va a permitir extender la capacidad del gobierno federal de espiar a los estadounidenses”, afirmó el senador Ron Wyden, citado por el diario español.
Las revelaciones hechas por Snowden también demostraron que el gobierno norteamericano abusó de estas capacidades de vigilancia y las utilizó para espiar a gobiernos aliados y a competidores.