Durante el año 2016, distintos gobiernos alrededor del mundo bloquearon la conexión a Internet al menos 50 veces, con motivos tan disímiles como evitar que alumnos copien en exámenes o cooptar la libertad de expresión.
En buena medida, los cortes al acceso a Internet van de la mano con violaciones a los derechos humanos en los países en que se realizan o con el propósito de intervenir en procesos políticos como elecciones, informó la agencia IPS.
Etiopía y Uganda son dos ejemplos de países que interrumpieron el acceso a redes sociales y a Internet durante 2016. En el caso de Etiopía los bloqueos se dieron en contextos de protesta en los que murieron decenas de personas; en Uganda las redes sociales fueron inaccesibles durante las elecciones presidenciales.
Además de las violaciones a los derechos humanos, los bloqueos tienen efectos poco perceptibles en el corto plazo, como pérdidas económicas, como encontró un reciente estudio del Instituto Brookings.
De acuerdo con el gerente de defensa global de la organización Access Now, Deji Olukotun, en entrevista con IPS, una forma de combatir los apagones de Internet es que las empresas de telecomunicaciones resistan a las presiones de los gobiernos o documenten estas situaciones para que exista un registro.