El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) representa un riesgo para los derechos humanos en el mundo y no debería ser aprobado por los 12 países que lo firmaron en febrero de 2016, de acuerdo con Alfred de Zayas, experto independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo de la Organización de las Naciones Unidas.
Según una declaración hecha por De Zayas, el TPP es “fundamentalmente defectuoso” y no debe ser aprobado a menos que se creen provisiones para garantizar el espacio regulatorio de los Estados que participarían en éste.
El experto considera que el tratado pertenece a un modelo anticuado que crea un régimen por sí solo, en lugar de incorporar candados para el respeto a los derechos humanos y un esfuerzo para fomentar el desarrollo.
“Los acuerdos comerciales no son ‘por sí solos’ regímenes legales, deben respetar principios fundamentales de la ley internacional incluyendo transparencia y rendición de cuentas. No deben retrasar, evitar, socavar o hacer imposible el cumplimiento de los derechos humanos en el marco del tratado”, escribe De Zayas.
Además, el experto de las Naciones Unidas también pide que sea abolido el mecanismo de solución de disputas entre inversionistas y Estados (ISDS), que también contiene el TPP, ya que representa una ventaja para las empresas ya que éstas pueden demandar a los gobiernos en tribunales a la medida.
Antes de que el tratado pudiera entrar en vigor, explica De Zayas, debería ser llevado ante la Corte Penal Internacional para que se midiera su compatibilidad con la Carta de las Naciones Unidas.
Observadores internacionales, organizaciones civiles y defensores de los derechos humanos en todo el mundo han criticado el TPP, el cual en México sigue pendiente de ser votado por el Senado mexicano.