El Tratado de Marrakech entró en vigor, finalmente, el pasado 30 de septiembre. Con este acuerdo se espera favorecer a que millones de personas con discapacidad visual puedan acceder a material de lectura impreso.
El acuerdo, firmado en 2013 durante la conferencia diplomática en Marrakech organizada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), fue ratificado por 20 países, 10 latinoamericanos: México, Uruguay, Paraguay, Argentina, El Salvador, Guatemala, Chile, Ecuador, Brasil y Perú.
La entrada en vigor del tratado es una victoria para el acceso al conocimiento de más de 285 millones de personas débiles visuales y ciegas en el mundo y un importante cambio al derecho de autor a nivel internacional.
El acuerdo exige que los países miembros modifiquen sus leyes de propiedad intelectual para crear limitaciones y excepciones que permitan la reproducción, distribución y distribución de obras en formatos accesibles para esta población, sin la necesidad de pedir autorización a los titulares de los derechos de éstas.
Las obras serán publicadas por entidades estatales, aunque los beneficiarios, o personas que actúen en su nombre, también podrán adaptarlas. El acuerdo permite el intercambio entre países para que distintas comunidades aprovechen las obras.
“La implementación del Tratado de Marrakech contribuirá a acortar la brecha histórica que el colectivo de personas con dificultades de lectura ha venido luchando por revertir, con el fin de acceder a la cultura impresa que se ha publicado a nivel mundial, y abrirá posibilidades reales para la formación cultural y académica de miles de personas.”, reflexionó al respecto Creative Commons de Uruguay.